Hay mercados en problemas en Asturias. «La plaza» de Oviedo, no. Nota la crisis pero no está en crisis. «Es alimentación y la gente tiene que comer» es una explicación que serviría para cualquier mercado y algunos están muy heridos por las grandes superficies y las cadenas de supermercados.

El Gobierno del Principado reconoce en las nuevas directrices de ordenación de comercio que este formato corre peligro en algunos de los 22 recintos de abastos que tiene Asturias en 17 concejos. Los más afectados son los de villas. En las poblaciones mayores hay demanda suficiente para lo que suelen vender en estos 841 puestos: productos perecederos de alta calidad.

Cuando se le pregunta por «la plaza» al administrador de El Fontán S. A., José María León, le salen de corrido las virtudes -calidad del producto, trato directo con el cliente, años de relación...-, pero admite los inconvenientes: no se puede cargar el coche a la puerta, está rodeada de calles peatonales y pendientes, no llevan la compra a casa (hace 4 años tuvieron un hombre y un motocarro para reparto y fracasó), su población más cercana ha envejecido y menguado y no es ajena a la crisis general. Pero este gran mercado de productos de alimentación perecederos tiene clientes fijos a lo largo de la semana, atrae la compra de profesionales a partir de las 11 de la mañana los jueves de mercado y los sábados se llena con familias y de hombres que hacen compras, a veces más de cena alegre que de comida diaria, que se están descubriendo como buenos compradores. Parte del éxito de «la plaza» ya no se debe a «les vieyines» ni el cliente de proximidad. Es un destino turístico en una ciudad visitada.