Oviedo, E. URQUIOLA

El abogado y novelista cubano de origen asturiano Luis Ricardo Alonso, catedrático emérito de la Universidad Franklin & Marshall College de Pennsylvania, pronunció el viernes en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA la conferencia «¿Para qué leer una novela?», en la que expuso las aportaciones del «Quijote» de Cervantes a la literatura mundial, al ser la primera novela moderna.

En el acto, organizado en colaboración con Tribuna Ciudadana, también intervinieron el arquitecto Alfonso Toribio y el filólogo Cristian Velasco.

Alonso afirmó que cuando el «Quijote» vio la luz la gente lo leía para divertirse y disfrutar con las aventuras, cómicas y también tristes, del hidalgo. «Lo primero que tiene que hacer una novela es hacernos sentir bien mientras la leemos, y si no es así, hay que dejarla», manifestó.

El catedrático indicó que la obra magna de Cervantes sirvió de modelo a casi toda la literatura europea para crear una forma distinta de narrar, y su aparición significó «el crecimiento de la novela en el mundo». Madame Bovary, escrita por Flaubert, era, según un crítico francés, «un Quijote con faldas».

Luis Ricardo Alonso también tuvo palabras para su último libro, «La segunda muerte de Cristo», publicado el año pasado, que, subrayó, «no tiene nada que ver con esos libros históricos en que Cristo sale en una serie de aventuras que parecen más difíciles que las del "Quijote"», dijo, y añadió: «Es Cristo ahora, lo que significa Cristo y su idea».