Gijón, J. C. GEA

Ayer, Joaquín Rubio Camín hubiese cumplido ochenta años. Nada hacía pensar que el incansable artista gijonés no podía haber llegado a celebrar esta redonda cifra sólo unas semanas antes de su muerte, el 28 de diciembre de 2007: su radiante aspecto, su vigor mental y físico, su inagotable creatividad estaban, como siempre, a toda máquina, y apuntaban directo hacia una gloriosa condición de octogenario. Sin embargo, un inesperado y rápido declive truncó la vida y la actividad -en su caso, venían a ser lo mismo- de un hombre pleno. Y ayer, como si Camín siguiese vivo, su familia, sus allegados, los estudiosos de su obra, sus colaboradores, muchos de sus admiradores y las instituciones con las que mantuvo siempre estrechas relaciones festejaron a lo grande el 80 aniversario del artista ante su legado, aprovechando que, en el caso del artista de talento, la obra suple la ausencia.

El homenaje -resumido bajo un título, «Camín 80», y un anagrama diseñado por Pablo Maojo- se inició en el Museo Juan Barjola, con la apertura de la espectacular muestra «Entorno Camín», y la inauguración de la exposición «Camín en su papel» en la galería de cabecera del artista, Cornión, que venía a ser su tercera casa, después de las de Valdediós y la gijonesa plaza de Europa. Encabezaron los actos la viuda del pintor, Carmen Díaz Cotera; sus hijas, Mónica y Verónica; sus hermanos, amigos, artistas y representantes de las entidades e instituciones que han sumado esfuerzos para el homenaje: la consejera de Cultura, Mercedes Álvarez; el concejal del área, Justo Vilabrille; el galerista Amador Fernández, y los directores de los museos Casa Natal de Jovellanos, Barjola y Evaristo Valle y las fundaciones municipales de Cultura de Gijón y Avilés.

Bajo la claraboya del Barjola, Mercedes Álvarez evocó la luz de otra claraboya: la de la casa co-proyectada por Camín para el idílico retiro de Valdediós donde se instaló tras su regreso a Asturias a mediados de los setenta. De esa prodigiosa vivienda y de lo que salió de su aún más prodigiosa panera-taller proceden la inmensa mayoría de las casi doscientas piezas reunidas laboriosamente para «Entorno Camín». Bajo comisariado de la catedrática, estudiosa y amiga del artista Soledad Álvarez, la exposición busca, «sin vocación de antológica», reconstruir «un Camín plural y poliédrico», «inclasificable bajo ninguna corriente artística» y «experimental, en perpetua búsqueda».

Conforme al juego que propone el título, la selección de obras «en torno» a su figura mediante su multiforme obra -pintura, escultura, grabado, «collage», dibujos, fotografía- y evocando también el «entorno» íntimo en Valdediós con sus muebles y enseres. Desde el vestíbulo hasta la segunda planta del Barjola, «Entorno Camín» organiza sus contenidos conforme a varios ejes de lectura múltiple: las «constantes» de la obra caminiana -figura, paisaje, arquitectura, tema religioso-; sus «materias» -hierro, madera y papel-; los «ensayos, ejercicios y experiencias» a través de las piezas más experimentales, y finalmente el «entorno» donde Camín acumuló buena parte de su legado y aplicó su creatividad a la modificación del entorno de Valdediós.

Ese legado voluminoso (y a menudo frágil) y esa imborrable presencia de Camín en Valdediós sirvió tanto a la comisaria como a la familia del artista para argumentar ante la Consejera a favor de la «evidencia y la necesidad de una actuación» que configure algún tipo de fundación-museo en el lugar. «Nos sentaremos este mismo mes para hablar con la familia», se limitó a señalar Mercedes Álvarez al respecto.

La otra muestra inaugurada ayer, «Camín en su papel», recoge «collages», grabados, acuarelas, serigrafías y dibujos, así como un ejemplar del multi-galardonado libro «Valdediós» en el que Camín colaboró con Santiago R. Santerbás. A través de toda esa obra se ofrece la faceta más íntima del artista, pero también aquella en la que quizá queda más patente todo lo inagotable, continuo y desbordante de un talento que no se detenía.

El programa de «Camín 80» proseguirá mañana a las 11.30, con un recorrido guiado en bus a través del legado de escultura caminiana por su ciudad natal, conforme a los contenidos de la guía «Caminando con Camín», de Héctor Blanco. A las 13 horas, se inaugurará una muestra en el Museo Valle: «Recordando a Camín, afinidades», en torno a las sintonías entre el gijonés y el propio Valle, Oteiza, Chillida, Amador y Basterretxea.