Secretario general de la Universidad de Oviedo

Oviedo, Eduardo GARCÍA

A José Francisco Fernández García, profesor titular de Derecho Administrativo de la Universidad de Oviedo, le toca hoy dar su segundo discurso como secretario general de la institución en el acto de apertura del nuevo curso. Una intervención en la que tradicionalmente se hace un resumen de lo que ha sido la labor rectoral en los meses académicos anteriores, «que yo creo que se han caracterizado por una intensa labor de gestión y de gobierno y por el trabajo de toda la comunidad universitaria, inmersa en la fase final del proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior». De ese trabajo el secretario general hace balance: 12 títulos de grado, 41 titulaciones de máster y 37 de doctorado para el curso que se inaugura. Pero queda mucha tela que cortar: «En estos momentos se culminan las memorias del resto de titulaciones; yo espero que todas tengan una implantación efectiva al inicio del curso 2010», dice.

Bolonia será todo un reto para el profesorado. «Estamos haciendo un esfuerzo para estabilizar la plantilla», pero también -señala- «para un rejuvenecimiento escalonado; y todo ello desde limitaciones presupuestarias más importantes».

-¿Cómo califica el resultado del plan de jubilaciones en la Universidad de Oviedo?

-Yo creo que el proyecto ha tenido éxito. Esta misma semana se jubilan 47 profesores. Pero, por otra parte, hemos podido convocar veinte cátedras, 32 puestos de profesor titular y 127 plazas de profesores contratados e interinos.

José Francisco González hace hincapié en el esfuerzo en el área de investigación en la Universidad de Oviedo. «Hay que hacer un esfuerzo para seguir integrando de forma efectiva los trabajos de los grupos y equipos de investigación en el sistema regional de I+D+i. Estamos hablando de la actividad de un colectivo muy importante en la Universidad, unas cinco mil personas, de las que 1.800 son doctores». Treinta proyectos los gestiona la Oficina de Proyectos Europeos, «lo que supone una financiación global para la Universidad de unos dos millones y medio de euros», señala el secretario general, quien recordará en el acto de apertura que la investigación trae negocio: «La Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación gestionó 16 inventos y registró la concesión de cuatro patentes nacionales» en un año en el que del seno universitario vieron la luz dos nuevas «spin-off», empresas por lo general de carácter mixto nacidas a partir de proyectos de investigación.

Ha sido un año de problemas económicos y de rebajas en los presupuestos inicialmente planteados por la Universidad al Principado de Asturias, su principal financiador. A pesar de ello, el secretario general de la Universidad valora lo realizado en materia de infraestructuras gracias, en parte, a los fondos de la minería. «Con esos fondos se logró finalizar las obras de las instalaciones deportivas del campus de Mieres y supongo que concluirán en breve las del edificio de servicios y la residencia de estudiantes». Con las partidas del llamado plan de inversiones se rehabilita -rehabilitación eterna, por otra parte- el Colegio Mayor América, en Oviedo, y la piscina y el polideportivo del campus de Los Catalanes, en la capital asturiana.

Para el equipo rectoral, también para el responsable de la secretaría, una de las grandes novedades del curso será la Casa de las Lenguas, planteada desde el vicerrectorado de Internacionalización «y que yo creo que va a ser fundamental para potenciar las actividades internacionales de la Universidad y la movilidad de alumnos y profesores. La Casa de las Lenguas va a permitir aglutinar la enseñanza de lenguas modernas» y de lengua española para extranjeros.

-¿Se aprobarán los nuevos estatutos de la Universidad?

-Llevamos casi un año con este tema. En noviembre de 2008 se constituyó una comisión que fue de consenso, trabajó durante cinco meses, estudió 106 enmiendas, y nos toca refrendarlo el miércoles. Se trata de una votación final sobre el conjunto de la propuesta.

José Francisco Fernández se impone un reto a corto y medio plazo. Se llama Campus de Excelencia Internacional. «Es uno de los proyectos más ambiciosos que afronta la institución, y es importante saber que no nos embarcamos en solitario. El Principado apoya, y los ayuntamientos de Oviedo y Gijón también».