Copenhague, Agencias

La cumbre del clima se colapsó ayer en todos los sentidos, a dos días del desembarco de más de 110 jefes de Estado y de Gobierno en Copenhague (Dinamarca). Miles de personas acreditadas -se habla de 45.000- se quedaron sin poder acceder al recinto, con una capacidad para 15.000 personas. África bloqueó las negociaciones por la mañana y volvió a sentarse por la tarde, tras la propuesta de la ministra de Medio Ambiente danesa, Coni Hadegaard, de hacer consultas informales sobre la propuesta de prolongar el Protocolo de Kioto más allá de 2012 con obligaciones de reducción de emisiones de CO2 para los países ricos en el horizonte de 2020, según informaron a «Europa Press» fuentes de la delegación española.

Los países africanos abandonaron las conversaciones tras acusación a los desarrollados de querer entorpecer los acuerdos en torno a este protocolo, que afectan sólo a los ricos, y priorizar las negociaciones a largo plazo, que implican a todos los estados en la lucha contra el cambio climático y los objetivos de mitigación. El objetivo de los negociadores es conseguir unos textos lo más claros posibles para que puedan ser acordados en el tramo más político de la cumbre, que comienza mañana.

En este escenario, la delegación de Estados Unidos prometió ayer contribuir con 85 millones de dólares al fondo multinacional de 350 millones para ayudar al desarrollo y despliegue de las energías renovables y de tecnologías de eficiencia energética de los países más pobres. Con este fondo se podrá financiar la inclusión de un plan para proporcionar sistemas asequibles de generación de luz con energía solar y con linternas LED para todos aquellos sin acceso a la electricidad.

El comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, afirmó que la Unión Europea era, hasta este momento, la única que había puesto dinero encima de la mesa, en respuesta a aquellos que critican la propuesta europea de destinar 7.200 millones de euros a los países pobres para luchar contra el calentamiento global hasta 2013.