Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

«El talento no se jubila». Bajo este lema, el Centro Médico de Asturias está sacando petróleo de la nueva política de jubilaciones del Servicio de Salud del Principado (Sespa), que establece el retiro forzoso a los 65 años. En las últimas semanas, la clínica privada emplazada en Oviedo ha incorporado a dos antiguos jefes de servicio y a un ex jefe de sección del Hospital Central. Se trata del neumólogo Jaime Martínez, el anatomopatólogo Andrés Ribas y el nefrólogo Rafael Marín, a los que se ha unido Juan José Díez Tomás, especialista en cardiología infantil.

Fuentes del Centro Médico explicaron ayer a este periódico que están ultimando un plan de expansión que consiste esencialmente en el desarrollo de tres disciplinas: neurología, cardiología y oncología. Asimismo, prevén un reforzamiento de la urología. Los responsables del centro se fían de las estadísticas de actividad de los últimos años, según las cuales las consultas externas atendidas crecen de forma ininterrumpida. En 2004 se contabilizaron 94.632 y en 2009 se alcanzaron las 126.658, lo que significa un aumento de casi el 34 por ciento en cinco años. Sin embargo, las cifras de ingresos y de operaciones tienden a la estabilidad.

La oncología está llamada a convertirse en la estrella del equipamiento sanitario, pues el centro acaba de invertir más de cinco millones de euros en un acelerador lineal de última generación que podría empezar a funcionar a finales de 2010. Su instalación está pendiente de la construcción del edificio que lo acogerá, un proceso que se quiere poner en marcha en un máximo de dos meses, una vez que se disponga de todos los permisos requeridos. El recinto será levantado en los mismos terrenos que ocupa el Centro Médico, en Fuentesila (salida de Oviedo hacia León).

El servicio de radioterapia formará parte del Instituto de Medicina Oncológica y Molecular de Asturias (IMOMA), probablemente la mayor apuesta del Centro Médico en sus más de tres décadas de historia. Desde hace unos meses, el IMOMA realiza estudios moleculares y desarrolla labores de consejo genético relacionado con el cáncer. La incorporación del doctor Ribas en anatomía patológica guarda relación con esta estrategia de crecimiento, que también se ha traducido en las contrataciones de un radiofísico y un radioterapeuta.

En cuanto a la neurología, el pasado verano se incorporó al Centro Médico Valentín Mateos, quien optó por dejar su plaza en el Hospital Central, y recientemente se ha sumado al servicio Jessica Fernández, proveniente de Madrid. El incremento de demanda que generan las enfermedades neurodegenerativas invita a los dirigentes del Centro Médico a pensar que la neurología es un campo que puede permitir una notable expansión.

«Ya somos uno de los grandes hospitales privados de España y queremos seguir creciendo en esta línea», indican fuentes del Centro Médico. «Tenemos todas las especialidades que se pueden exigir a una gran clínica; tenemos escáner, resonancia y PET; tenemos medicina molecular y vamos a tener radioterapia», agregan las citadas fuentes.