Oviedo, Eduardo GARCÍA

-Diez mil alumnos asturianos en la Formación Profesional.

-Y más que necesitamos, sobre todo en los estudios de grado medio. La FP asturiana tiene buena fama, pero hay que mejorar la consideración social.

Arturo Casielles Cuesta es presidente del Consejo de Asturias de la Formación Profesional. Economista, catedrático de Secundaria, ex director del IES Escultor Juan de Villanueva, de Pola de Siero, lleva tras de sí 29 años de docencia y tres al frente del Consejo.

-La Universidad vende mejor.

-En España los oficios no tienen el suficiente reconocimiento. Un mecánico en Alemania no es cualquier cosa. Aquí persiste esa idea de que es mejor que mi hijo estudie Derecho, aunque después se dedique a vender seguros. Si lográramos que todos los españoles tuvieran a los 25 años una carrera universitaria, pues muy bien, pero pretender que el cien por ciento de la población desempeñe además puestos acordes con lo estudiado eso ya es otro cantar. Y cuando se estudia para una cosa y se acaba trabajando en otra, surge la frustración.

-¿No pasa en la FP?

-En general, es muy fácil que el titulado en FP trabaje en aquello que estudió. Las cifras de inserción laboral están ahí. Le decía que nos faltan titulados de grado medio. Los chicos que pueden acceder a estos estudios terminaron la ESO y, la verdad, con 17 años no se ven en el mundo del trabajo. Ni ellos ni sus padres. Muchas familias no necesitan imperiosamente, además, el sueldo del hijo; vivimos en un país rico.

-Mejor seguir estudiando que convertirse en miembros de la generación de los que ni trabajan ni estudian.

-Por supuesto. El reto está en reducir las tasas de abandono escolar, porque los que dejan prematuramente sus estudios acaban en puestos sin cualificar, en la construcción o el turismo, por ejemplo. En el horizonte máximo del año 2025 el 85% de los puestos de trabajo en España requerirá algún tipo de cualificación.

-Ponerse a ganar dinero a los 17 o los 18 años es atractivo para los tiempos que corren.

-Los alumnos cada vez son más libres, yo creo que el problema reside más en los padres, en esa permanente aspiración a que la generación posterior estudie una carrera. A veces esos padres viven de un oficio y viven muy bien. Hay que decirles que sus hijos, titulados en FP, encuentran antes trabajo y en sectores mejor pagados. La Universidad tiene marca, la Formación Profesional aún no; cuando el reconocimiento social sea equivalente al reconocimiento económico, entonces la cosa será distinta.

-La Universidad de Oviedo lamenta la desaparición del cupo de acceso de los titulados de FP a escuelas universitarias y facultades. Se dice que va a ser un coladero.

-Cuando se habla de que los alumnos de FP van a poder acceder a los estudios superiores, es falso. Ya están en estudios superiores. El grado superior de FP está al mismo nivel que la Universidad. Hablamos de alumnos que han terminado su Bachillerato, que han sacado dos cursos de FP, un total de dos mil horas lectivas, y que además van destinados a carreras universitarias relacionadas con el título de Formación Profesional que ya tienen. No hay atajos.

-Pasan sin tener que superar la PAU.

-La PAU es una prueba de acceso para comprobar si el alumno cuenta con la necesaria preparación para proseguir sus estudios. Un título superior de FP se entiende que da aprovechamiento, en todo caso mayor que el alumno que llega sólo con los estudios de Bachillerato.

-¿Quién controla las notas de los centros privados homologados de FP?

-Para eso están los servicios de Inspección. Si encontramos un centro donde todo el mundo saca un 10, pues es raro, hay que actuar. Pero el problema es el mismo que en los centros privados que imparten el Bachillerato.