Oviedo, E. G. / Agencias

«La Academia de la Historia no actúa de censor ni es responsable del contenido de cada biografía», contestaba ayer el asturiano Gonzalo Anes a las críticas, a la vez que recordaba que los autores de cada una de las biografías son «los responsables de ellas», pero que «es muy difícil conseguir la objetividad absoluta en los personajes más próximos en el tiempo».

Para Anes la polémica en relación con el trabajo del historiador asturiano Luis Suárez, amigo personal suyo, es poco consistente, porque «totalitario» viene a significar lo mismo que «autoritario». Las aseveraciones sobre Juan Negrín provienen del trabajo de otro historiador de entre los considerados como del sector conservador, Carlos Seco, sobre la biografía del que fuera último presidente de la República, Manuel Azaña.

El director de la Real Academia de la Historia tuvo palabras de elogio hacia Luis Suárez, convertido estos días en centro de la polémica. «Suárez es un historiador de gran independencia y objetividad», aseguró Gonzalo Anes para dejar claro el apoyo personal e institucional. Anes recuerda que el autor de la biografía de Francisco Franco en el Diccionario de la Academia «consiguió en pleno franquismo que Julio Valdeón, afiliado al Partido Comunista, fuese catedrático de Historia».

Anes también salió en defensa de Seco y recordó que este historiador se quedó «huérfano» porque su padre se opuso a la sublevación militar protagonizada por Franco, y fue juzgado y asesinado en la Guerra Civil.

El director de la Academia aseguraba ayer que le «entristece» que se haya producido «esta marejada», en vez de «celebrar la obra más importante de los últimos decenios, si no siglos, que ha sido equiparada al considerado como el mejor diccionario biográfico del mundo, el de Oxford».