Oviedo, Eduardo GARCÍA

Del volumen de la gestión de Bienestar Social en Asturias dan buena cuenta dos datos: 18.268 beneficiarios del salario social básico y otros 19.800 ciudadanos con derecho a percibir la ayuda de la dependencia (5.741 ya tienen el plan individual de atención firmado, pero están a la espera). Como remate, un agujero de 200 millones de euros que debe el Estado a Asturias en materia de dependencia. A pagar, ni se sabe.

No hay una sola consejería del Principado de Asturias con más problemas pendientes que la de Bienestar Social e Igualdad, y no por culpa de sus responsables, ni los anteriores ni la actual. Su titular, Paloma Menéndez Prado, no arrojó luz precisamente a tanto nubarrón presente, que sólo es el aperitivo del futuro inmediato: Asturias tendrá entre 25.000 y 30.000 dependientes en el año 2014.

En ese estado de cosas la sensación dada por la Consejera en su comparecencia parlamentaria de anteayer en la Junta General es que en los más de dos meses de actividad de la nueva Administración o se ha perdido el tiempo en Bienestar Social o no se ha perdido el tiempo pero no se ha sido capaz de explicar lo que se ha hecho.

La duda queda reflejada en una anécdota. Un pasaje del turno de preguntas a Paloma Menéndez por parte de la diputada socialista María José Ramos.

M.J.R.: Señora consejera: ¿en este tiempo en el cargo se ha reunido usted con asociaciones?

P.M.: Claro que sí.

M.J.R.: ¿Con cuántas?

P.M.: Con muchas.

M.J.R.: ¿Por ejemplo?

P.M.: No tengo aquí mi agenda.

M.J.R.: No, pero, dígame una sola asociación con la que se haya reunido.

P.M.: Ya le digo que no tengo la agenda, pero si quiere se lo haré saber en otro momento.

Se llevaban ya más de tres horas de comparecencia y bombardeo de preguntas. Era el bautismo de fuego de la Consejera y había tensión en la sala. Paloma Menéndez había tardado media hora justa en desgranar el programa de Bienestar Social e Igualdad: «Esta consejería no dará ni un paso atrás en la defensa de los derechos sociales». No falló en el qué, sino en el cómo. Y eso que apareció rodeada de asesores de su departamento, una Consejería sin viceconsejerías a pesar de la amplitud y variedad de su área de acción. «¿Es por ahorrar?», le preguntaron desde los bancos de la oposición. «Responde a la organización del Presidente», contestó la Consejera.

Quedaron muchas preguntas pendientes, que Bienestar Social puede o debe responder con alguna celeridad en la medida de lo posible. Éstas son algunas de las formuladas por la oposición anteayer.

1.-¿Piensa el Gobierno regional abordar un nuevo plan de vivienda del Principado?

2.-¿Cuál va a ser el futuro de las empresas Vicasa y Sedes?

3.-¿Se va a revisar el decreto del copago en los servicios de la discapacidad?

4.-¿Cuándo se calcula que estará en el Parlamento el plan integral de atención a la discapacidad?

5.-¿Qué opina la Consejería de Bienestar Social sobre la posible prohibición de compra de alcohol a jóvenes entre los 16 y los 18 años?

6.-¿En qué situación y qué plazos se prevén para la ley asturiana de apoyo a madres gestantes en situación de desamparo?

7.-¿Cuándo estará operativo el llamado «cheque bebé» para los padres de niños nacidos en el Principado?

8.-¿Cómo se van a concretar las medidas de incentivo para la prolongación voluntaria de la vida laboral, más allá de lo que ya marca la ley?

9.-¿Para cuándo el plan de infancia, familia y adolescencia 2012-2015?

10.-¿Cuál es la inversión real en dependencia de las dos administraciones -estatal y regional- y cómo reclamará Asturias la deuda del Estado?

Son preguntas que no tienen, en su mayoría, una respuesta definitiva, porque responden a planes programáticos del Gobierno regional, en activo desde julio. La oposición no quiso anteayer respuestas finales, sino discurso político con las líneas maestras que seguir. «Nadie le está pidiendo resultados en dos meses, porque no sería serio; pero sí que concrete cómo va a hacer las cosas», dijo la ex consejera Noemí Martín a su sucesora en el cargo.

Sobre el presupuesto que se avecina para Bienestar Social e Igualdad la no contestación de la Consejera es lógica: no hay presupuesto para 2012, que, en todo caso, deberá ser aprobado por la Junta General en su día. Paloma Menéndez hizo, sin embargo, una declaración de intenciones: «No va a haber recorte en gastos sociales». Las diputadas socialistas presentes en la comparecencia le recordaron que, a pesar de la crisis, el presupuesto de Bienestar Social «aumentó en 2009, 2010 y 2011».

Paradójicamente, la gran beneficiada de la comparecencia de anteayer en la Junta puede ser la consejera Paloma Menéndez, que en cuatro horas -en la quizá la peor tarde de su vida- recibió un máster del que habrá sacado un puñado de conclusiones para acabar siendo una buena consejera. Más de 200.000 asturianos dependen de ella.