Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

Los 1.588 millones de euros que el Principado tendrá que pagar a la empresa pública Gispasa en los próximos veinticinco años por el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) pueden verse reducidos entre un 10 y un 15 por ciento, es decir, hasta un máximo aproximado de 240 millones. La clave estriba, por un lado, en gestionar de forma adecuada los concursos de los servicios y prestaciones que incluye el documento en el que se estipulan las condiciones económicas; y, por otro, en renunciar a determinadas dotaciones que eventualmente -máxime en tiempos de crisis- pueden considerarse prescindibles.

Ésta es, en resumen, la versión del anterior Gobierno regional, acerca del contrato de arrendamiento operativo que en 2005 firmaron el Ejecutivo de Areces y Gispasa, la empresa pública creada por el Ejecutivo de Areces para llevar adelante la construcción del HUCA y asumir su titularidad a lo largo de treinta años, transcurridos los cuales el hospital pasará a ser propiedad de la Administración regional.

El pasado 14 de septiembre, el consejero de Sanidad del Principado, José María Navia-Osorio, afirmó en la Junta General del Principado que el coste de la infraestructura que se construye en La Cadellada multiplicará por cinco la cifra inicialmente prevista y tildó dicha factura de «losa» para la sanidad asturiana.

En realidad, el acuerdo establece que Gispasa, además de impulsar la ejecución de las obras, se hace cargo del mantenimiento del edificio hasta el año 2036 y gestiona una serie de servicios tales como el procesamiento de residuos; la gestión de suministros de electricidad, gas, gasóleo, agua, alcantarillado, comunicaciones...; la limpieza de los edificios, incluyendo sus fachadas; o la seguridad.

En el citado contrato, este conjunto de servicios está valorado en 1.062 millones de euros, que representan un 67 por ciento del coste total. Esta cuantía constituye la parte variable de la cuota del arrendamiento y, según fuentes del Ejecutivo de Areces, «es meramente estimativa, porque estamos hablando de servicios que se prestarán de aquí a veinticinco años, y fue calculada al alza».

Este larguísimo horizonte temporal es uno de los argumentos que lleva a los anteriores gestores sanitarios a subrayar que, si se gestionan con talento los numerosos concursos que habrá que convocar, «seguramente será posible obtener bajas importantes, globalmente de entre un 10 y un 15 por ciento». Las citadas fuentes precisan que la crisis económica ya ha generado «caídas de costes importantes» en algunos servicios y prestaciones. De otra parte, el anterior Ejecutivo reconoce que dotaciones como las encaminadas a la robotización del nuevo edificio pueden ser catalogadas «como no estrictamente necesarias».

Los 526 millones de euros que suma la parte fija de los 1.588 millones de euros tienen como finalidad fundamental retribuir el coste de la obra civil. Para llevarla a cabo, Gispasa pidió al Banco Europeo de Inversiones (BEI) un crédito de 164 millones de euros.