Gijón

Todo está listo para la entrega hoy, a las ocho y media de la tarde, en el teatro Jovellanos de Gijón, de los premios «Oh!», los «Goya» del teatro asturiano, que distinguen a las mejores producciones regionales de 2011. El periodista Pachi Poncela y la actriz Olga Cuervo ejercerán de maestros de ceremonias de una gala organizada por la Asociación de Compañías de Teatro Profesional de Asturias, en la que el grupo «The Covers», especializado en el noble arte de versionear a los clásicos del rock and roll, pondrá la música.

En esta tercera edición de los premios de las artes escénicas regionales han presentado candidaturas diecisiete compañías con veintiún espectáculos diferentes, un buen síntoma de la vitalidad del teatro y la danza de Asturias, incluso en estos momentos de crisis.

De los premios que se entregarán esta noche, tan sólo uno ya puede revelarse: el honorífico a Antonio Ripoll, el veterano programador del teatro Palacio Valdés de Avilés, uno de los gestores culturales más respetados de la región, cuya labor durante dos décadas al frente del coliseo avilesino ha merecido el unánime respaldo de crítica, público y profesionales de las artes escénicas.

Ripoll, nacido en Valencia en 1942, y licenciado en Filología Románica por la Universidad de Oviedo, se convirtió en 1979, con el retorno de la democracia a los municipios, en director de la Casa de Cultura de Avilés, y en 1992 en máximo responsable del teatro avilesino, tras la rehabilitación y reinauguración del edificio proyectado en las primeras décadas del siglo XX por Manuel del Busto.

Con un presupuesto modesto, Ripoll parece haber hecho suya como nadie la máxima de Mies van der Rohe, «menos es más». Bajo su dirección, el Palacio Valdés ha logrado hacerse un hueco en el ámbito nacional como «teatro talismán» que muchas compañías españolas eligen para estrenar e iniciar sus giras, fogueándose con los espectadores avilesinos antes de llevar sus producciones a los teatros de la capital.

Pero mucha mayor importancia tiene el hecho de que Ripoll y su equipo hayan logrado consolidar un público fiel y constante, alternando en la programación espectáculos comerciales con otros más arriesgados, siempre con un mínimo de calidad muy alto. Y todo ello sin descuidar tampoco la atención a las compañías asturianas. El gremio teatral reconoce con este premio, en el año de su jubilación, a un profesional discreto y eficaz, a contracorriente en tiempos de gestores estrella y proyectos faraónicos

Las obras que compiten en las principales categorías dan muestra de la diversidad de la cosecha escénica de 2011. Compiten por el premio al mejor espectáculo la propuesta de danza-teatro «Folías», de Manuel Badás, un espectáculo muy conectado con las últimas tendencias escénicas y con claras referencias a creadores como Rodrigo García o Angélica Lidell; la comedia neocostumbrista «Low cost», con texto y dirección de Maxi Rodríguez para la compañía «Higiénico Papel», y lo último de la veterana «Teatro del Norte», donde Etelvino Vázquez vuelve a revisar a los clásicos, en este caso un Lorca «2.0» mezcla de realidad y ficción, con la guerra civil como trágico telón de fondo («Muerte de un poeta: Federico García Lorca»).

Sin competir por el premio al mejor espectáculo se coloca entre las nominaciones a las principales categorías «De locos, payasos y poetas», lo último de la joven compañía «Paraninfo 58», que a pesar de la juventud de su director y actores ya tiene tras de sí un importante currículum al que se suma ahora esta adaptación de textos cómicos de Javier Tomeo.