Washington, Efe

Las tasas de mortalidad por cáncer en Estados Unidos se mantuvieron en descenso entre 1998 y 2008, según un informe nacional sobre el cáncer (1975-2008) publicado ayer, que vincula algunos casos con la obesidad y la vida sedentaria.

El informe revela que las tasas de mortalidad general por cáncer han seguido disminuyendo desde principios de la década de los noventa en hombres, mujeres y niños, y precisa que se redujeron en promedio un 1,6 por ciento anual entre 2004 y 2008. En ese período, las tasas de incidencia de todos los tumores en conjunto disminuyeron un 0,6 por ciento anual en el caso de los hombres y se estabilizaron en las mujeres.

Investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Asociación Norteamericana de Registros Centrales del Cáncer, el Instituto Nacional del Cáncer y la Sociedad Americana del Cáncer han colaborado en este informe, en el que advierten de que el exceso de peso y la falta de activad física adecuada son factores de riesgo que se pueden evitar. En particular, hacen referencia a que el adenocarcinoma esofágico, los tumores de colon y recto, de riñón, de páncreas, de endometrio y el cáncer de mama en las mujeres posmenopáusicas se han asociado al sobrepeso y a la obesidad.

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) concluye que de un cuarto a un tercio de los tumores comunes en Estados Unidos y otras naciones industrializadas son causados por el efecto combinado del exceso de peso y la falta de actividad física. En las personas que no fuman, mantener un peso saludable y una suficiente actividad física puede ser una de las formas más importantes de prevenir el cáncer.