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PEDRO ALONSO | Médico, artífice de la vacuna contra la malaria

"Aspiramos a que la vacuna de la malaria sea aplicada en 2016"

"O se resuelve el desarrollo subsahariano o tendremos no a 20.000 africanos dispuestos a saltar la valla, sino a millones"

Pedro Alonso, ayer, en Oviedo. MIKI LÓPEZ

La vacuna antimalaria está más cerca que nunca. Lo dice su principal artífice, Pedro Alonso, médico nacido en Madrid y con raíces asturianas (su abuelo paterno nació en Grado), designado "Asturiano del mes" de septiembre de 2011 de LA NUEVA ESPAÑA. Es el responsable del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB), dependiente del Hospital Clínico, y titular de la cátedra "UNESCO" de la Universidad de Barcelona. El doctor Alonso también dirige el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (Mozambique), distinguido en 2008 con el premio "Príncipe de Asturias" de Cooperación Internacional. Está en Oviedo como miembro del jurado que hoy otorga este galardón.

-¿Situación actual de la vacuna de la malaria?

-En estos días o semanas se somete al dictamen de la Agencia Europea del Medicamento, que tiene un mecanismo en virtud del cual puede emitir una opinión técnica sobre un producto que no va a registrarse en Europa. Con esa opinión técnica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) puede efectuar una recomendación de uso, que es decir que tal vacuna debe utilizarse en estas circunstancias, en esta población, con estas estrategias... No se usará en América Latina o en Asia, porque sirve fundamentalmente para África.

-¿Por qué?

-Todo el desarrollo se ha hecho en África porque en todo momento se ha visualizado que va a usarse en niños africanos, donde una vacuna con una capacidad de protección sólo parcial puede prevenir un volumen de casos muy grande. La eficacia es de un 46 por ciento en niños de 5 a 17 meses de edad, y algo menor en los menores de 5 meses. Los datos son muy favorables.

-¿Para cuándo la aplicación a la población diana?

-Si se aprueba en la primera mitad de 2015, aspiramos a que en 2016 pueda ser aplicada. Estamos al final del camino. Pero no se olvide que la vacuna no será una "bala mágica", sino una herramienta más entre varias.

-¿Dinero para aplicarla?

-Ése será el último paso del proceso, que irá detrás del proceso de precualificación por parte de la OMS, equivalente a un registro. Con eso, la Alianza Global de Vacunas e Inmunización puede buscar el dinero entre los donantes para financiar la vacuna.

-Todo dependerá de la prioridad que se le dé.

-Una vez completada la vacuna de la polio, hay tres que están ahora introduciéndose: rotavirus (para la diarrea), virus del papiloma humano (para el cáncer de cuello de útero) y la del neumococo (neumonía). Todas están siendo utilizadas. La única nueva es la de la malaria. Si se cumplen los trámites que hemos enumerado, sí sería una prioridad en poblaciones con protección con mosquiteras y un buen sistema de salud. Y me consta que es así como lo tienen planteado.

-¿Observa las imágenes de la tragedia cotidiana de la valla de Melilla y qué le sugieren?

-En primer lugar, hablamos de un drama humano. Las predicciones para 2050 es que la población mundial habrá crecido en unos 3.500 millones de personas. De ellos, casi 3.000 millones serán en el África subsahariana. Por lo tanto, o se resuelve el desarrollo económico y social de África o no es que tengamos 20.000 africanos al otro lado de la valla tratando de saltar; es que tendremos millones. Por lo tanto, las vallas no van resolver el problema.

-¿Entonces?

-Europa y especialmente España tienen que concienciarse de que esto va a ir a más de forma aceleradísima, y que la solución no son las vallas. Este problema debería ser central en nuestra propia política e influir en Europa para que las políticas de desarrollo se tomen en serio. Es uno de los grandes retos de nuestra sociedad. Además, tenemos el mayor diferencial riqueza-pobreza de una frontera abierta en el mundo. No es Estados Unidos-México, sino España-Marruecos. Debería ser parte central de nuestro debate público y no lo está siendo. Hablo de políticas de desarrollo que van más allá de la cooperación internacional tal y como se ha venido entendiendo: hablo de compartir, de transmisión del conocimiento, de empoderar a esas sociedades, hacer que sean viables, atenuar los diferenciales de riqueza, aportar estabilidad...

-¿Cómo ve al futuro rey Felipe VI?

-Es una persona extraordinariamente bien preparada, reflexiva, con una capacidad de comprensión muy rápida de problemas complejos. Le veo con esperanza y construyendo sobre todo lo bueno que ha ocurrido en los últimos 35 años en este país. Puede acompañar a la sociedad a dar otro paso adelante en cohesión, igualdad, recuperación del entusiasmo... Le deseo la mejor de las suertes porque eso será lo mejor para todos.

-¿Cómo ve el proceso soberanista catalán?

-Hablo como ciudadano de a pie. Quizá me falte un elemento de sensibilidad por no haber nacido en Cataluña, pero no acabo de entender que el llamado proceso soberanista aborde el núcleo duro de los problemas de nuestra sociedad. Tenemos otros retos enormes como sociedad catalana, como sociedad española y como sociedad europea para los próximos 50 años. No me siento en absoluto representado por la actual discusión. No es mi discusión. No es lo que nuestra sociedad necesita, y actúa como distractor de los problemas reales.

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