El inicio de la menopausia entre las mujeres asturianas se sitúa en los 54,8 años, un lustro más tarde respecto a la edad media registrada en el conjunto del territorio español (49,3 años), según una encuesta realizada en farmacias de toda España, entre ellas 65 asturianas. Asimismo, el 48,3 por ciento de las 139 asturianas encuestadas presenta sobrepeso u obesidad, y un 64 por ciento de las mujeres en edad menopáusica no siguen la dieta mediterránea.

Los datos se presentaron en el marco del Plan de Educación Nutricional por el Farmacéutico 5 (Plenufar 5), centrado en la educación nutricional en la menopausia. Olvido Martínez, vocal de alimentación del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Asturias, afirmó que las mujeres asturianas alcanzan la menopausia a los 54,8 años de media, una edad considerablemente superior al promedio del conjunto nacional.

Sin embargo, el catedrático de ginecología de la Universidad de Oviedo y ex presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Menopausia, Francisco Javier Ferrer Barriendos, declaró a LA NUEVA ESPAÑA que considera esta cifra muy alta, y señaló que el inicio de la menopausia se sitúa ordinariamente en torno a los 51 años. A su juicio, resulta difícil de explicar esta significativa diferencia de la edad media de la aparición de la menopausia entre las mujeres asturianas y el resto de españolas porque el cese de la ovulación "suele llegar de forma uniforme, está relacionada con el envejecimiento del ovario y varía poco entre las mujeres, independientemente de su situación geográfica".

Por otra parte, los resultados de la encuesta indican que casi la mitad de las encuestadas en Asturias presenta problemas de sobrepeso u obesidad. En efecto, aunque, según sostiene Ferrer, el cese en la ovulación no tiene una relación directa con el sobrepeso, "la menopausia provoca cierto cambio en la distribución de la grasa que comienza a acumularse en el abdomen".

Según Olvido Martínez, "el sobrepeso y la obesidad constituyen un problema de primer orden en nuestra sociedad, en especial entre las mujeres en edad premenopáusica y postmenopáusica", y los datos de la encuesta apuntan que el sobrepeso podría estar propiciado por una alimentación no suficientemente sana.

De hecho, el 64 por ciento de las encuestadas no sigue la dieta mediterránea, a pesar de que más de la mitad del colectivo reconoce que toma suplementos y complementos nutricionales -calcio y/o vitamina D, fitoestrógenos, entre otros- para prevenir los efectos asociados a la menopausia. Estre éstos destacan síntomas vasomotores (sofocos y sudoración), sequedad en la piel, retención de líquidos o problemas de sueño.

De igual modo, Martínez afirmó que la pérdida hormonal que conduce a la menopausia puede derivar en problemas de salud relacionados con los sistemas metabólico, cardiovascular, osteoarticular y genitourinario, principalmente. Por esta razón, unas pautas de prevención y buenos hábitos de vida pueden contribuir a prevenir la aparición de patologías relacionadas, como osteoporosis, reumatismos, enfermedades psiquiátricas... En esto último coincide el doctor Ferrer, que encuentra en la dieta mediterránea la justificación de una menor mortalidad española por causas cardiovasculares, en comparación con otros países, fundamentalmente anglosajones.