Sopa, un plato muy poco popular entre niños y algunos mayores. Ya se sabe, hay gente de cuchara y la hay de tenedor. A Mafalda nunca le gustó la sopa, pero, por si acaso, cocineros asturianos de altura propusieron a Mafalda, vía Quino, que probara hasta cinco caldos para que la niña entrara en ese difícil mundo que se sirve en plato hondo. Así pues, Isaac y Javier Loya, del Balneario de Salinas y Mestura en Oviedo, Pedro Morán (Casa Gerardo), Luis Alberto Martínez (Casa Fermín) y Rodrigo Roza (La Taberna del Zurdo) propusieron a Quino, el único "enviado" con credenciales de Mafalda, que probara sus sopas con el fin de que su personaje entrara en este mundo del plato de cuchara tan poco llamativo en la niñez. A Mafalda le enviaron los cocineros asturianos hasta cinco recetas de sopas, todas ellas con características de la región.

Quino, aplaudido cual estrella del rock o del fútbol (una buena noticia para la cultura), dijo que la idea le parecía "simpática" y original. Y dio el visto bueno a la sopa que probó, la primera, de pescado salpicada con mejillones, entre otros elementos de la mar asturiana. Y Quino, educado y seguramente cansado de tanta actividad como le exige ser premio "Príncipe de Asturias" de Comunicación y Humanidades, dio el OK con gesto agradable. El tipo de sopas los cantó, micrófono en mano, Pedro Morán, de Casa Gerardo, uno de los ilustres restauradores asturianos que participaron en la "sopada" que se celebró ayer en honor de Quino y Mafalda en el Paraninfo de la Universidad de Oviedo.

Con un lleno absoluto de seguidores del viñetista, aplausos sinceros, una rotunda exposición de Mafalda, la que está de forma permanente en Argentina, Quino fue la estrella de la mañana de ayer en los actos de la Fundación Príncipe de Asturias. Copó el patio y otras dependencias del edificio histórico de la Universidad de Oviedo. La gente se emocionó en varios momentos con la presencia del dibujante de Mendoza y también disfrutó de los recuerdos soperos y otros, con historietas históricas de Mafalda.

Le pusieron a la niña rebelde y analítica la sopa de letras, la sopa de mar, la sopa de otoño, la sopa dulce y la sopa de cubitos, todas ellas con el difícil compromiso de convencer a Mafalda de que la sopa es plato sabroso. "Quino probó la sopa de la mar. Le gustó mucho y le pareció una buena idea", explicó el responsable de Mestura, que dio a LA NUEVA ESPAÑA un dato espectacular: "Trajimos 2.500 raciones de sopas y se están agotando". Al poco quedaban cien raciones de los caldos soperos. Y, efectivamente, el patio del Paraninfo era un mundo de admiradores de Quino comiendo las cinco sopas, que se fueron consumiendo con rapidez en tarrinas y con una presentación que es posible que Mafalda tuviera en cuenta. En la exposición hay viñetas muy significativas, como en la que Mafalda escribe: "Señorita Mafalda (punto), de mi mayor estima (dos puntos), en vista y considerando? que la sopa es (coma)?". Hasta que su madre le da un grito. "¡Mafalda, toma esa sopa de una vez", a lo que la niña dice: "Ya tuviste que interrumpir el dictado de mi conciencia".

Sopa aparte, el otro punto de alto interés fue la exposición replicada y ampliada de la que hay en Argentina, según explicaron en la Fundación, en la que se puede observar una retrospectiva con varios enclaves: "Quino por Mafalda", "Cómo nace", "Publicación", su debut en "Primera Plana", el 29 de septiembre de 1964 (Quino dejó "Primera Plana" un año después y pasa a "El Mundo"), y muchos momentos más de Quino y Mafalda, como lo son viñetas tan celebradas como "Siete días ilustres" hasta redondear la historia de un personaje que adquirió en los últimos tiempos "vida propia". Quino dijo que la sopa le "parecía una idea original y simpática", y los cocineros asturianos explicaron a este periódico que es posible que lograran la difícil misión de que la sopa entrara en los gustos de Mafalda. Para eso sirvieron sopas cuyos ingredientes son asturianos, incluida una con toques de fabada. Pero, claro, hay que mentalizar a Mafalda y ella le decía a Miguelito: "Tenéis que sacarte esa idea de que el mar parece sopa. / Ves. ¡No es lindo cómo se baña toda esa gente, ¿echée?, ¿qué te parece echée?". "¡Fideos!", responde Miguelito ante la frustración de Mafalda. Como ella escribe en su diario, empieza bien el día pero va "desmejorando hacia el mediodía con posibilidades de sopa".