La adolescencia de Moisés Arnaiz acabó con una llamada de teléfono. En enero de 1979, justo después de las Navidades, era un estudiante rebelde e indisciplinado de segundo de BUP en el Instituto Carreño Miranda de Avilés. Se negaba a seguir yendo a clase y quería aprender a tocar la guitarra pero no tenía dónde.
Había llegado a la guitarra a los 12 años porque su madre, preocupada por lo poco social que era, lo llevó a unas clases de música. Se le dio bien y cayó en el ambiente de la música andina, donde era el más joven. Escuchaba a "Los Calchakis", "Inti-Illimani", "Quilapayún", "Illapu"... pero, sobre todos, amaba a "Los Incas" y a "Urubamba", que dirigía Jorge Milchberg.
El músico Paul Simon había coincidido con "Los Incas" en París, se había enamorado de "El cóndor pasa" y la había incluido en el disco "Puente sobre aguas turbulentas" cantando, junto a Garfunkel, sobre la grabación del grupo de Milchberg.
En una casete que era copia de copia doméstica, Moisés oyó miles de veces a Milchberg y, con la determinación de los 14 años, aprendió a imitar su charango con un timple canario.
La llamada de teléfono que sacó de la adolescencia a Moisés era de "Chakra", un grupo de música andina que acababa de perder a dos componentes.
-Tenemos trabajo para ti.
La madre de Moisés confió en Juan Bosco Gutiérrez, uno de los componentes, percusionista en la Orquesta Sinfónica de Asturias y en su mujer, Mayte Andérez, y así fue cómo un día de semana se incorporó al grupo en el Café Concierto de Sabugo.
Moisés, que no quería estudiar lo que podía y no podía estudiar lo que quería y al que su madre metió en clase de guitarra para que saliera de casa, ya no volvió antes de las cuatro de la mañana en los tres años siguientes.
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En enero de 1980, Juan Carlos García, el otro miembro de "Chakra", y Moisés fueron a París para que Milton Zapata les arreglara un charango y para conseguir otros instrumentos. El luthier tenía su casa en el Barrio Latino llena de instrumentos andinos de mucha calidad. Moisés tocó el charango y Milton comentó:
-Tocas como Jorge Milchberg, que tiene formación clásica. Mira, esas flautas son suyas.
-¿Me puedes dar su número de teléfono?
-No -respondió Zapata.
Tomó el teléfono y marcó:
-Jorge, soy Milton, hay un muchacho que toca como tú y quiere conocerte.
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Moisés -17 años, metro noventa, muy abrigado por una bufanda de colores y de punto que había tejido Elena, su novia de entonces- quedó mudo ante el hombre de 52 año s (muy mayor), un judío argentino de origen polaco que, siendo más bajo que él, le pareció grande, de huesos sólidos, brazos y manos fuertes.
Milchberg le mandó pasar, le ofreció un café soluble "pero muy bueno", tocó al piano las composiciones que estaba preparando para una próxima grabación y apenas se rio de él usando su humor cáustico. Al final, le comentó:
-Pena que toques la guitarra. Me sobran guitarristas. Tengo tres buenos en el grupo.
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Quince años después, cuando grabó un "Concierto. Del siglo XVI al siglo XX", disco de guitarra que editó Jerónimo Granda, tuvo una buena excusa para volver a ponerse en contacto con Milchberg enviándole una copia.
Milchberg le contestó:
-Ánimo. Acabarás tocando bien la "Chacona" de Bach. Insiste.
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En 1998 Juan Carlos García Muñiz y Moisés quisieron retomar "Chakra" con tres músicos nuevos. El guitarrista fue a ver a Milchberg a su nueva casa en las afueras de París. Fue muy bien acogido pero, cuando estaba en el relato de sus planes, el músico argentino le interrumpió:
-Este verano hacemos un concierto en Eourres, el pueblo del sur de Francia donde vive mi hijo Olivier. Tienes que tocar con nosotros.
Días antes del concierto, cuando Moisés acabó el primer ensayo, Milchberg sentenció:
-Con las notas falsas que tocaste en este tema podríamos haber hecho una canción nueva.
La actuación se grabó. "Los Incas en concert".
Moisés tocó una decena de veces con Milchberg en las giras de "Los Incas", que vinieron a Avilés, a Gijón y a Oviedo. Hace tres años, le telefoneó a París para decirle que iba a Argentina esa Semana Santa.
-Voy contigo. Saco billete desde París y nos vemos allá.
Le esperó con billetes para un vuelo interior a Jujuy, la provincia argentina donde está la Quebrada de Humahuaca, de donde proceden sus referencias musicales. Estuvieron en su casa de Buenos Aires. El director de "Los Incas" ha hecho de Moisés uno de sus hijos y sus hijos le tienen como hermano.
Moisés, que a los 14 años quiso tocar como Jorge Milchberg, cree que, en ocasiones, los sueños de niño se cumplen con creces.
