De la mano del chef ejecutivo Roberto Ruiz, la cocina mexicana de vanguardia triunfa en Madrid en Punto MX. Este restaurante ya ha logrado un extraordinario reconocimiento que le ha valido una estrella de la guía roja, con propuestas tan clásicas e innovadoras como sus tacos, las quesadillas de huitlacoche, o su ya famoso tuétano a la brasa con sala molcajeteada y majado de hierbas. Tal es su éxito que hoy por hoy ya hay lista de espera hasta el próximo mes de noviembre para hacerse con una plaza en su comedor.
Es ahora en agosto, puesto que casi todo cierra en Madrid, cuando el equipo del chef ejecutivo de este y otros restaurantes de éxito de la capital se desperdigan. Unos buscando el descanso y otros volviendo a sus raíces, como en el caso del joven avilesino Nel Castelo, que aprovecha para, además de reencontrarse con su gente, trabajar en nuevas propuestas culinarias. Si Roberto Ruiz las considera adecuadas a la vuelta del verano, pasarán en próximas temporadas a formar parte de la carta del Punto MX. Castelo se ha unido a su amigo y colega avilesino Pablo Pérez González para poner en marcha una novedosa propuesta culinaria hasta el próximo domingo, un menú a cuatro manos, en el que los dos jovencísimos chefs trabajan conjuntamente en varios platos a los que cada uno aporta el recorrido de sus experiencias en los distintos fogones. Tras ser compañeros en el Llamber de Avilés, de Francisco Heras, ambos han ido creciendo culinariamente.
Pablo Pérez estudió en Pravia y tuvo su primeros inicios de carrera en el Patio de Balbona, de David Balbona. Nel Castelo estudió en la Escuela de Hostelería de Gijón y de ahí pasó al Llamber, donde ambos coincidieron durante un año y en el que Pablo Pérez acompañó a Francisco Heras en su asalto al "Bocuse d'Or".
Castelo pronto dio el salto a Madrid, donde despuntó rápidamente en la cocina de La Candela Restó, un restaurante de éxito en la capital, y en el que pronto supo destacar, especialmente por sus postres. Enseguida llamó la atención de Roberto Ruiz, quien al poco tiempo le ofreció un puesto de privilegio en su equipo del Punto MX.
En cambio, Pablo Pérez ha acabado abriendo un local en la avilesina calle Julia de la Riva, el Apiñon Bistro, una mezcla de local juvenil de copas y vinos con restaurante de toques grafiteros.
En estos días de verano, el Apiñon se ha convertido de nuevo en los fogones de Nel Castelo, quien aporta a Pablo Pérez algunos de los toques mexicanos que ha estado poniendo en práctica durante estos últimos meses en el Punto MX. Los dos jóvenes cocineros han ideado conjuntamente un menú en el que, partiendo de aquí y de ahí, crean propuestas singulares en las que integran desde la llamada cocina de producto hasta nuevas versiones de clásicos, con mezclas sorprendentes y en el que lógicamente los recuerdos de la nueva cocina mexicana se van deslizando en salsas y en combinaciones.
De este modo, el menú se inicia con un "falso risotto de cerdo marinado", realizado con pasta puntalete, seguido de un sorprendente y colorido "chipirón relleno de chorizo en emulsión de curry negro de carabineros". El tercer plato es el de mayor influencia de la nueva cocina mexicana, "pulpo braseado con corteza de cerdo y jugo de carne", concluyendo los platos salados con unas "perdices en su salsa con puré de manzana".
Y para terminar, Nel Castelo saca su buena formación, no en vano, además de trabajar en los platos salados, está encargado de los postres en el Punto MX. Los dos platos dulces se inician con una nueva versión excelente de una tarta de queso, con sorbete de frambuesa, frutos rojos y besos del Rey Silo y el segundo postre es una galleta de oreo con fruta de la pasión. Ambos en una línea más que aceptable.
