La posibilidad de la iglesia de Ferreros de formar parte de la lista de templos altomedievales asturianos "es grande". Así lo ve Lorenzo Arias, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo, para quien la iglesia de Ribera de Arriba es candidata a engrosar la nómina de edificios prerrománicos asturianos.
La coincidencia en las proporciones con otros templos de la monarquía asturiana, que evidencia un estudio realizado por los arquitectos Rogelio Ruiz y Macario G. Astorga, le otorga, a su juicio, un plus de posibilidades reforzadas por la presencia de elementos que delatan un origen antiguo. "Las proporciones apuntan en esa dirección", comenta. Autor en los años ochenta de distintos trabajos sobre planimetría en edificios prerrománicos, Arias repasa las medidas de las iglesias asturianas altomedievales, que presentan 8,5 metros de longitud y lo mismo de ancho, lo que supone un doble cuadrado. "En estos templos, la longitud de la nave central y el ancho de las tres naves (una central y dos laterales) forman un cuadrado, esa constante también se reproduce en altura, con lo que el resultado es un cubo", sostiene Arias, que aprecia esa circunstancia también en el estudio realizado en Ferreros.
Esta especie de devoción arquitectónica por el cuadrado está presente en otros espacios, como, por ejemplo, el ancho del ábside, que viene a coincidir con el ancho de la nave central, y la profundidad de esa capilla mayor (ábside) tiene la misma longitud que el ancho, por lo tanto supone otro cuadrado. El resultado es un cubo en la iglesia, en la nave central y en el ábside, constante que se da, según el historiador, en todas las iglesias. "Es un funcionamiento por disposiciones de cuadrados y cubos que se van superponiendo".
El estudio de Ruiz y Astorga pone de manifiesto la importante relación numérica entre las dimensiones de Ferreros y las de Santullano, a la vez que destaca la menor altura del templo de Ribera de Arriba, lo que vinculan con su ubicación en una zona inundable por el Nalón, cuyas riadas pudieron cambiar a lo largo de los siglos la elevación del suelo. Esto también explicaría la poca altura de los muros de piedra vistos originales de la iglesia. Lorenzo Arias ve una relación mayor de Ferreros con iglesias como San Pedro de Nora, Tuñón, Gobiendes o Valdediós porque, como Ferreros, todas tienen una nave central de 8,5 metros de longitud, "una coincidencia que apunta algo", dice. También cita otros dos templos asturianos: San Salvador de Deva, en Gijón, y Villardeveyo, en Llanera, con claras muestras de origen Prerrománico, ejemplos para los que sugiere un estudio arqueológico que permita ampliar su conocimiento.
En el caso de Ferreros ve deseable una excavación perimetral porque sería una posibilidad de constatar "lo que está diciendo la configuración formal y de encontrar elementos que sirvan para situarla definitivamente". Si los resultados son favorables, el profesor de Arte propone dejar a la vista lo que sea prerrománico y hacerlo compatible con posibles partes románicas como la saetera que asoma en la parte trasera de la iglesia.
