La coreógrafa y bailarina Tamara Rojo considera que bailar el clásico "El lago de los cisnes" es como interpretar una obra de Shakespeare, pues en ambos casos se abordan "temas humanos que son universales". Rojo, premio "Príncipe de Asturias" de las Artes, que desde 2012 dirige el English National Ballet, muestra al Gran Teatro del Liceu de Barcelona su versión del clásico "El lago de los cisnes" al frente de la compañía británica, en la que será la función de apertura de la temporada 2015/2016. En la presentación ayer de la nueva versión de este ballet de Chaikovski, que se estrenó con gran éxito el pasado mes de enero, Tamara Rojo ha asegurado que "uno nunca se cansa de hacer los clásicos" porque "son los ballets que te dan la oportunidad de reanalizar, de reinterpretar temas humanos que son universales, como el amor, la traición, la envidia o el poder". Son asuntos que, "como pasa con las tragedias griegas, seguiremos durante miles de año repitiéndolos porque no se acaban nunca y afectan todos los días a los seres humanos".
El espectáculo se podrá ver desde hoy hasta el 20 de septiembre, en cinco únicas funciones para las que ya se han agotado las localidades. El ballet británico tendrá el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica del Liceu bajo la dirección musical de Gavin Sutherland.
El estreno de la obra en Barcelona contará en los papeles principales con Alina Cojocaru y Dawid Trzensimiech, mientras al día siguiente bailarán la propia Tamara Rojo y el mexicano Isaac Hernández. Erina Takahashi y el cubano Yonah Acosta completan el trío de parejas a cargo de los personajes principales.
Rojo ha indicado que no suele bailar ningún estreno porque "soy la directora artística y no me parece bien. A mí me viene fenomenal, porque ya no tengo muchas ganas de hacer ningún estreno y es un placer poder bailar sin esa presión". La nueva versión de "El lago de los cisnes" se caracteriza por una renovada coreografía de Derek Deane, que basa su creación en los elementos clásicos de la coreografía original de Marius Petipa.
El English National Ballet fue fundado en 1950, cuenta con sesenta bailarines y estuvo presente en el Liceu por última vez en la temporada 2009/10.
