La profesora Esther Duflo, galardonada con el premio "Princesa de Asturias" de Ciencias Sociales 2015, es una economista que lleva a cabo su investigación en el ámbito de las políticas públicas y que trata, mediante sus análisis, de defender la transparencia de las políticas y de impulsar programas y medidas cuya efectividad se haya demostrado.

El trabajo de Duflo se enmarca en el campo de la economía del desarrollo, en el que el objetivo natural de expertos, académicos y gestores debería ser compartido: la mejora del bienestar y del nivel de vida de los pueblos. La clave de las aportaciones de Duflo -y de un grupo de economistas cada vez más numeroso- puede resumirse en la utilización del método experimental para analizar los efectos causales de las políticas. Es la demostración de estas relaciones causa-efecto lo que supone un avance sobre otras evaluaciones más tradicionales, como las de seguimiento, de costes o de tipo cualitativo, entre otras.

El análisis experimental, basado en la comparación de grupos de beneficiarios y grupos de control, hereda la tradición de los análisis clínicos y farmacéuticos. Su aplicación en ciencias sociales se enfrenta a una gran complejidad: el diseño de los experimentos, la recogida de datos, el control de los grupos y, muy especialmente, la extrapolación de las conclusiones. El incremento paulatino de este tipo de estudios, sin embargo, está produciendo un conjunto de conocimientos que deberá ser tenido en cuenta cada vez más por todos los actores involucrados en los procesos de desarrollo económico y social.

Entre las aportaciones de este tipo de trabajos a la política social en países pobres se encuentran ejemplos muy diversos. En el terreno nutricional, estas investigaciones han puesto de manifiesto la inmensa influencia de las políticas de nutrición y desparasitación infantil -frente a otras como, por ejemplo, las políticas de ayuda al desarrollo basadas en la provisión de cereales-. En el ámbito de la salud se ha señalado, entre otras aportaciones, la importancia de los incentivos inmediatos para impulsar políticas preventivas -como la vacunación infantil-. Se han alcanzado conclusiones similares en lo tocante al fomento del ahorro, dada la tendencia de las personas a posponer aquello que nos supone costes presentes a cambio de ventajas futuras. Téngase en cuenta que la postergación será más normal cuanto más incierto sea el futuro y, por tanto, es plausible que entre las personas más pobres de la tierra también resulte especialmente difícil el ahorro o la prevención. Existen muchos otros ejemplos sobre medidas más y menos eficaces en los campos de las políticas educativas, demográficas, de emprendimiento, de empoderamiento de la mujer o de lucha contra la corrupción.

La trascendencia de los trabajos de Duflo para la lucha contra la pobreza se pone de manifiesto en su trabajo más reciente, publicado este mismo año en "Science Magazine". En él se demuestra que una intervención multidimensional -con componentes educativos, sanitarios, financieros y de orientación- produjo efectos positivos en el largo plazo sobre la población más pobre. El hecho de que la intervención se realizase en seis países diferentes, con tradiciones y culturas distintas, indica que la experimentación va camino de superar las críticas sobre la generalización de sus resultados.

Como consecuencia de la visión, del trabajo y del liderazgo de Duflo, su carrera académica es de vértigo. Historiadora y economista, se decidió a proseguir estudios en el campo económico bajo la influencia de Piketty y tras darse cuenta de que el impacto de los trabajos académicos es mayor desde la economía que desde la historia. Se doctoró en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde imparte clases. Ha recibido numerosos premios, entre los que cabe destacar la medalla "John Bates Clark" (2010) al mejor economista joven en los EE UU. Ha sido conferenciante invitada en las mejores universidades del mundo y ya es doctora honoris causa por cuatro de ellas. Actualmente, codirige el Laboratorio de Acción Contra la Pobreza del propio MIT, mascarón de proa de los trabajos experimentales de lucha contra la pobreza, que también ha recibido numerosos galardones.

En definitiva, nos hallamos ante una persona que es un referente en la evaluación de políticas públicas y que ha guiado su carrera hacia la búsqueda del progreso de los más desfavorecidos de la tierra. Cabe celebrar el premio "Princesa de Asturias" a Esther Duflo, a la vez que cabe reflexionar sobre la necesidad de impulsar la transparencia y la eficacia en todas las políticas públicas, y no sólo en la política social.