Mecedes García Ruíz es doctora en Psicología por la Universidad de Oviedo y sexóloga, fundadora de Sexólogos Sin Fronteras. Esta tarde, García Ruiz pronunciará una conferencia en la sala cine del Centro Niemeyer (19.30 horas) sobre sexualidad y discapacidad. Junto a ella estará Ígor Navarro, también sexólogo.
-¿Cuándo habla de sexualidad a qué se refiere exactamente?
-La sexualidad son las vivencias, los sentimientos, las formas de relacionarse... Si hablamos de sexualidad estamos hablando de que cada persona, hombre o mujer, vive cada situación de una forma y se vive así mismo.
-Entonces no tiene nada que ver con la relación sexual, con el coito por ejemplo
-Existe una confusión importante. Ese es un planteamiento reduccionista genital porque no se pueden resumir de esa forma la biografía de cada uno y las formas diferentes de sentir.
-¿Es necesario cultivar la sexualidad de las personas con discapacidad?
-Es tan necesario cultivar la sexualidad de quienes sufren discapacidad como del resto de personas. El error de partida es hacer diferencias. También hay mitos erróneos que causan problemas como asociar la discapacidad intelectual a la hipersexualización o, lo contrario, a "ángeles sin sexo". Pero la realidad es que las personas con discapacidad también sienten. Una discapacidad intelectual no quiere decir que no se pueda sentir, amar o desear.
-¿Cuál es el papel de la familia y de los educadores en estos casos?
-Es fundamental. Las familias son una pieza clave porque son los que realmente permiten o no ciertas cosas partiendo de que la persona con discapacidad pueda o no reconocer su sexualidad. Se podría decir que las familias son las que legitiman las sensaciones.
-¿Cómo se inculcan ciertos conocimientos sobre sexualidad a personas que tienen dificultad en el aprendizaje?
-Partimos de que todos tenemos cuerpo y hay sensaciones que se pueden expresar de mil formas: la emoción, el afecto, el enamoramiento, que te guste mirar o que te miren son cosas que tienen que ver con la sexualidad y que no guardan relación con el aprendizaje.
-¿La educación sigue siendo heterosexista?
-Así es, hay un enfoque de la sexualidad normativo. A un niño en la guardería se le pregunta si tiene novia, nunca novio. La diversidad sexual es invisible.
-¿Y cuando una persona se siente diferente?
-Debe asumir que igual no está cumpliendo con las expectativa que había sobre ella, y eso es complicado.
-Se especula con que el supuesto autor de la matanza en un club gay de Orlando (EE UU) tenía conflictos con su sexualidad.
-Creo que ahí habría que hablar de muchas más cosas. La represión sexual, la represión continuada de uno mismo, lleva a la infelicidad, la dificultad en la relación, la confusión y, en cualquier caso, al sufrimiento. A veces, soportar esto un día y otro es complicado a nivel emocional y psicológico.
