Un alimañero solitario, Martinón, es el último habitante de un remoto pueblo en las montañas. Su único contacto con otros seres humanos se produce en primavera, cuando las nieves retroceden y Martinón desciende al valle para comerciar con las pieles de los animales que atrapa. Pero la llegada de una mujer a su vida obligará al alimañero a elegir entre preservar los restos de su humanidad o abandonarse a su lado más salvaje. Este es el punto de partida de "Bajo la piel de lobo", la película que el cineasta noreñense Samu Fuentes rodará el próximo invierno. Un filme que supondrá su debut como director dentro del ámbito de la ficción, tras estrenar en 2008 el documental "Miraflores".

En estos años, no obstante, Fuentes no ha parado. En su currículo figuran una decena de películas en las que ha desempeñado diversas responsabilidades, tanto auxiliando a otros directores como en labores de producción. Sólo este verano, Fuentes ha trabajado en las tres grandes producciones que se han filmado en tierras asturianas: "Plonger", una película de Mélanie Laurent en el que trabajó en labores de producción; "Marrowbone", de Sergio G. Sánchez, como auxiliar de dirección; y "Aquí sin Paraíso", de José Antonio Quirós, en la que fue el primer ayudante de dirección.

Justo este viernes, Samu Fuentes concluyó su trabajo en el filme de Quirós y ayer mismo ya puso rumbo a los Pirineos para buscar exteriores para su película, de la que también es autor del guión y cuyo rodaje se prevé que comience entre enero y febrero, Un filme que está producido por Orreaga Filmak y Nasa Producciones.

Hasta el inicio del rodaje, no obstante, aún queda mucho trabajo. Falta, sin ir más lejos, cerrar la pareja protagonista, aunque los productores están en conversaciones con dos intérpretes de primer nivel dentro del cine nacional.

También deben concretarse los lugares de rodaje, pero es seguro que el pueblo de las montañas se localizará en los Pirineos. "Necesitamos nieve sí o sí, y también buenos accesos para un equipo de rodaje, y allí sabemos seguro que los tendremos. Además, hay varios pueblos abandonados que nos pueden encajar", explica Fuentes.

Para el otro escenario del filme, el pueblo en el valle, al cineasta le gustaría rodar en Asturias, aunque depende de la financiación. "Hemos mantenido reuniones con el Principado, la TPA y, recientemente, con Laboral Cineteca. Han mostrado interés pero aún no hemos concretado nada", explica.

No obstante, el equipo ya tiene en mente un posible lugar de rodaje: "Hace unas semanas, el director de fotografía, Aitor Mantxola, uno de los productores, Joseba Garmendia y yo nos desplazamos al occidente asturiano, y allí visitamos varios sitios que nos podrían encajar en la historia, según el guión", explica. La alternativa, de no cuajar la opción asturiana, pasa por filmar en Andalucía, donde una productora ya se ha mostrado interesada en entrar en el proyecto.

El otro caballo de batalla, ya muy avanzado, es la distribución. Film Factory Entertainment se encarga de las ventas internacionales, y los productores confían en cerrar este mismo mes, en el Festival de San Sebastián, la distribución nacional.