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TERESA SANJURJO | Directora de la Fundación Princesa de Asturias

"Las relaciones entre la Fundación y el Ayuntamiento de Oviedo son muy buenas"

"Siempre hablamos de recortes en cultura y con los Premios muchas personas pueden asistir gratis a actos culturales de primera línea"

Teresa Sanjurjo, en su despacho. MIKI LÓPEZ

Teresa Sanjurjo González (Madrid, 1972) directora de la Fundación Princesa de Asturias desde 2009. Afronta, ya, una nueva edición de los Premios "Princesa de Asturias", que se entregan el día 21 de octubre en el Teatro Campoamor de Oviedo. El año pasado, dos socios del gobierno municipal ovetense (IU y Somos), manifestaron sus reparos a los galardones y a la ayuda municipal concedida a la Fundación. Esto enturbió la semana de los Premios. Teresa Sanjurjo muestra tanta cordialidad como una medida decisión a la hora de expresarse. No dice nada que no quiera decir, pero tampoco deja de decir lo que quiere decir. Es como si hablase entre líneas.

-¿Qué reacción espera del tripartito de Oviedo este año?

-He dicho muchas veces, lo pienso y lo siento así, que estamos muy agradecidos al ayuntamiento de Oviedo. No sólo nos apoya financieramente, que es muy importante, sino que también cede espacios municipales donde desarrollamos muchísima actividad. Las relaciones institucionales con el Ayuntamiento son muy buenas y yo me atrevo a añadir de mi cosecha que las relaciones personales, también. En esta situación, lo que nosotros como fundación, y yo como directora, tengo que hacer es trabajar para que las cosas salgan muy bien. Es lo que está en mi mano. Lo que vayan a hacer o cómo se vayan a pronunciar otras personas o instituciones hay que preguntárselo a ellos. Yo estoy muy empeñada en hacer las cosas muy bien. En dar participación social, ampliar la semana de los Premios, organizar actos de culturales de calidad, abiertos, originales, creativos? Y luego ya cada uno tendrá que decir.

-Pero supongo que habrá tenido algún encuentro con ellos a lo largo de este año y habrá obtenido algún tipo de respuestas. ¿Cuál?

-Pues, mire, yo creo que es importantísimo hablar. No se puede no hablar. Las personas y las instituciones no podemos no hablar y tener unos espacios de diálogo abiertos. Abiertos y sinceros. Eso no significa que tengamos que estar todos de acuerdo. Esos espacios sí los he podido encontrar a lo largo del año. Sin ningún problema, además. He podido hablar con total normalidad y en un ambiente cómodo. Sin irritación, con diferencias de criterio, de posturas, pero hablar como lo que somos, como personas.

-¿Y de esas conversaciones puede deducir que este año va a ser diferente?

-Yo no deduzco nada. Yo sigo trabajando, que es la forma que tiene la Fundación de expresarse: trabajando. Y haciendo las cosas lo mejor que sabemos.

-El Ayuntamiento de Oviedo renovó la subvención de este año a la Fundación. ¿No?

-El Ayuntamiento consignó en los presupuestos de este año 2016 de nuevo la subvención nominativa.

-Tras la polémica, no ha cambiado nada entonces.

-Sigue igual. Es una subvención para este año de 300.000 euros. En el pasado fue ligerísimamente superior. Pero, básicamente, es lo mismo.

-¿En qué medida les haría daño que les supriman esa ayuda pública?

-Obviamente, para hacer las cosas que hacemos necesitamos dinero. Dicho esto, nos hemos esforzado en transmitir que nosotros tenemos un concepto de las relaciones institucionales de mucho respeto. Fuera cual fuera la decisión del Ayuntamiento la vamos a aceptar y a asumir con total respeto. Si el gobierno de la ciudad donde la fundación tiene su sede y donde nosotros desarrollamos una parte importantísima de sus actividades, lo decide así, nosotros asumimos lo que sea. Obviamente, la financiación es imprescindible. Sin esa financiación no podemos hacer nuestras actividad. Si te falla financiación, o reduces actividad o buscas financiación. No tienes más salida.

-En la polémica del año pasado con el Ayuntamiento sí que les resultó molesto cuando desde el consistorio se dijo que ustedes no habían justificado la subvención.

-Otra de nuestras obligaciones es asumir con total naturalidad las críticas y las opiniones discrepantes. Y, además, es bueno que haya críticas y opiniones discrepantes. Creo que es importante fundamentar las críticas con los argumentos que cada uno tenga. Y el hecho cierto es que la Fundación siempre ha justificado las subvenciones que ha recibido del ayuntamiento de Oviedo. Eso es así.

-Es decir, que en algún momento alguien mintió diciendo que ustedes no habían justificado esa subvención.

-Eso no lo voy a decir yo. Jamás, jamás. Lo que yo estoy diciendo es que la Fundación siempre ha justificado las subvenciones que ha recibido del ayuntamiento de Oviedo. De hecho, el año pasado el Alcalde lo manifestó públicamente. Nosotros no salimos a decir nada.

-Aquello fue una especie de rectificación.

-El alcalde lo dijo. Dijo: la subvención está justificada. Y, por supuesto, si en algún momento hay que aportar más documentación, la aportaremos. Faltaría más Es nuestra obligación.

-¿Esa subvención que ustedes reciben de Oviedo es rentable para la ciudad?

-Yo creo que sí.

-¿En qué medida?

-¿Cómo medimos la aportación? ¿Medimos la aportación en miles de personas que asisten a actos culturales gratuitos? ¿Medimos la aportación en actividades con la comunidad educativa? ¿Medimos la aportación en los premiados que siguen vinculados y siguen viniendo y siguen apareciendo por aquí? ¿Medimos la aportación en pernoctaciones de hoteles? ¿En 50 millones de euros de impacto, solamente en medio españoles, durante el año pasado con noticias positivas? Hay muchas maneras de medir la aportación.Y hay otras muchas aportaciones cualitativas que son importantes.

-¿Por ejemplo?

-Que muchas personas puedan asistir a actos culturales. Siempre estamos hablando de la cultura y de los recortes en cultura. Y es importante que muchas personas puedan asistir a esos actos culturales de forma gratuita. Aquí, con personas de primera línea. ¿Qué valor puede tener por ejemplo para un arquitecto ir a un debate entre Frank Gerhy y Rafael Moneo, cómo se cuantifica esto? ¿Se podría pagar eso? ¿Cuánto sería la tarifa que ellos pedirían para asistir a un acto así, por dedicar días de sus agendas a hacer eso? ¿Cómo se valora eso? Para mí esa aportación es más importante que la cuantitativa.

-¿Destinar ayudas públicas a la Fundación Princesa es una profesión de fe hacia la Monarquía?

-Yo creo que no. En primer lugar, hay que recordar algo que parece muy obvio y es que nuestra Constitución consagra un modelo de país como una monarquía parlamentaria. Al margen de eso y de que la discrepancia se manifiesta de muchas maneras, entre otras en las urnas, creo que es importante ser muy consciente de las actividades culturales que hace la fundación en el territorio. Año tras año. Y eso también es incuestionable.

-Pero ustedes no son un mero organizador de actividades culturales. Lo digo por la carga que tienen de difusión, o propaganda, de la Monarquía.

-Yo no hablaría de propaganda. Cuando hace muchos años se decide constituir la Fundación, se podría haber constituido para otros muchos fines. Pero en aquel momento a la Casa del Rey, Don Juan Carlos y Sabino Fernández Campo, le parece muy buena la idea de poner el foco en buscar ejemplos. Hay que recordar que eran los años 80, años durísimos. ¿Dónde se pone el foco? Se pone el foco en crear una institución que reconozca a los mejores, que se dedique a establecer un punto de referencia.

-Entonces los Premios tendrían el mismo sentido en una República.

-Es que los premios se constituyeron con el nombre de Príncipe de Asturias y ahora tenemos una Princesa. Ese es el sentido. La fundación se constituyó para eso y con ese paraguas.

-¿Cuándo tendremos Princesa al frente de los premios Princesa?

-No lo sé. El primer año que vino el Príncipe tenía 13 años. Yo no sé cuándo va a ser el primer año de la Princesa, que tiene once años. Todavía nos queda un poquito. Es mi impresión personal sin datos que pueda aportar para avalarla.

-El año en que ella debute en el Campoamor, ¿le gustaría que viniera acompañarlo de algún acto especial de vinculación de la Corona con Asturias?

-Es muy pronto para decir eso. Tendremos que ver primer cuándo ocurre y luego ya decidir qué se hace. Dependiendo de su edad, de las cosas que se pudieran hacer o no. Es cierto que las fundaciones, no sólo ésta, nos permitimos trabajar siempre con la vista puesta en el largo plazo. Y eso es bueno, y más en ese momento. A lo mejor no se hace nada y a lo mejor sí.

-Sólo Rajoy responde así.

-(Risas)

-Otro aspecto. Este año se produjo la renuncia, no se si forzada o no, de un patrono (el empresario Javier López Madrid, implicado en la "Púnica", bautizado como "Compi Yogui" por la Reina Letizia en un chat difundido en todos los medios). ¿En qué medida afectó eso al prestigio de la institución?

-Nosotros trabajamos fundamentalmente con intangibles, que son esos valores que transmiten nuestros premiados y todo nos afecta. Por supuesto que nos afecta. Nuestro patrono tuvo un acto de responsabilidad y respeto a la Fundación y renunció inmediatamente.

-¿Renunció inmediatamente o fue forzado?

-Renunció inmediatamente.

-¿Qué medidas van a tomar para evitar la repetición de esos casos?

-Llevamos bastantes años ya, casi tres, trabajando en un proceso de revisión de todos nuestros procesos, de toda nuestra forma de trabajar, diseñando lo que los consultores llaman en su jerga un 'mapa de riesgos' para llevar las cosas muy bien, saber dónde puede surgir algún tipo de incidencia y saber cómo resolverla rápido y pronto.

-Eso quiere decir que examinan a todos los jurados.

-Eso quiere decir que tratamos de hacer las cosas cada vez con más mimo y lo mejor que sabemos. Y tener todas estas eventualidades previstas

-¿Qué novedades habrá este año en los Premios?

-Lo que estamos haciendo es insistir muchísimo en el planteamiento que la semana de los premios, de apertura, de actos de calidad, especiales, de actos descentralizados también.

-Usted no quiere que los Premios se reduzcan a una gala, una alfombra roja.

-Eso es. Y por un motivo muy claro. Para nosotros la ceremonia es importantísima. En la ceremonia se condensa la esencia de la Fundación. Pero en el teatro, a nuestros efectos, sólo hay disponibles 1.313 butacas. Por necesidades técnicas quedan ésas. Nosotros, como defendemos que el sentido de los Premios es dar ejemplos a la sociedad, es esencial poner esas trayectorias al alcance de la sociedad. Primero, al alcance de la comunidad educativa fundamentalmente. Y aquí tengo que volver a dar las gracias a los docentes. Hay que reconocer la labor de los docentes, su papel esencial en la sociedad en la que estamos. La comunidad educativa es importantísima. Después, organizar actos para públicos conocedores de la obra o trayectoria del premiado; encuentros con los clubes de lectura, que participan muy activamente. Y ahí hay que dar otro aplauso a la red de bibliotecas. Es espectacular la labor que hacen los bibliotecarios. Y luego actos para el público en general con actos muy abiertos, generalistas. Para que puedan acercarse y participar. En la semana de los Premios nos volcamos completamente para abrir, para que todos los calendarios de los actos y el proceso de petición de entradas sea muy claro y todo el mundo tenga la opción de acceder.

-Para no dar la sensación de que es un coto cerrado.

-Es que no lo es. Y como no lo es, no lo es. Ponemos las entradas a disposición del público.

-Pero sí que existía esa imagen.

-No sé la imagen que existía.

-Me refiero a que a la gala del Campoamor sólo va una clase selecta.

-Bueno, vamos a ver... ¿Quién asiste a la ceremonia? Hay 1.313 localidades hábiles. Asiste el patronato de la Fundación y el Patronato Princesa de Asturias, los miembros protectores, los jurados, las autoridades civiles, militares, policiales, el consejo de Gobierno, la corporación municipal de Oviedo, los mejores expedientes de Asturias de FP, Bachillerato y ESO, los directivos de medios de comunicación, instituciones culturales asturianas, españolas e internacionales, invitados de los premiados -que son una media de diez por premiado y hay premios múltiples-. Sume todo eso. Queda lo que queda, para mi pesar. En lo que estamos trabajando ahora es en tratar de sistematizar muy bien ese resto que queda, cubiertos todos estos grupos, para continuar ampliando el número de peticiones que podemos atender del público en general. El año pasado rozamos el 8 por ciento. A mí me gustaría este año alcanzar, y si puedo sobrepasar, el 10 por ciento. Porque tenemos muchísimas peticiones de gente que quiere asistir al Teatro Campoamor y yo creo que un suelo del 10 por ciento hay que atenderlo. Hay otro porcentaje que aún no he cuantificado y que a mí me gustaría mucho intensificar también y consolidar para que fueran rotando instituciones. Cada año una distinta: instituciones culturales, deportivas, artísticas científicas, fundamentalmente de Asturias, para grupos diferentes: los libreros, galeristas, las personas de las bibliotecas, centros educativos, escritores... Cada año un grupo. Porque desafortunadamente no cabe todo el mundo a la vez. Pero algo hay que hacer para dar cabida a todas esas personas que quieren asistir.

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