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Actores, sueldos de hace 30 años

Los profesionales asturianos certifican el informe que dice que sólo un 2% de ellos puede vivir de la profesión y lo achacan a la crisis y al 21% de IVA, que dieron la puntilla al sector

Actores, sueldos de hace 30 años

Un informe de la Fundación Aisge (Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión) afirma que los actores y bailarines españoles están en una situación absolutamente precaria. El informe sociolaboral de esta entidad sitúa los ingresos en 12.000 euros al año y sólo alcanza al 8,17% de la profesión. A los que les llega para vivir representan sólo un 2,15%, con unos ingresos de más de 30.000 euros anuales. Aunque hay otra cifra aún peor, los que no superan los 3.000 euros al año, que son más de la mitad. El estudio "es fiable", ya que está hecho con encuestas entre el 39% de la profesión. Las mujeres sufren la tasa de desempleo mayor, seis puntos por encima de los hombres.

LA NUEVA ESPAÑA ha pedido opinión a actores y actrices asturianos. Todos coinciden precisamente en que la crisis terminó con lo poco que quedaba de trabajo en el sector y que la puntilla la dio el IVA cultural del 21%. También la congelación de emolumentos a lo largo de la vida laboral: "Los sueldos son ahora igual que hace 30 años", afirman los intérpretes asturianos.

José Antonio Lobato, actor y componente de "Teatro Margen", empieza por el reparto de trabajo: "Pasa en todas las profesiones; ocurre que nosotros parecemos seres extraterrestres, que vivimos del aire. Pero no. Necesitamos vivir". Añade que es clave cambiar los conceptos. "Con una política como la que existe actualmente sólo tienen futuro los cuatro que lo tienen. Y así seguirá mientras no se cambie el sistema. Hay que hacer una ley específica de protección del cine español que frene la invasión del cine americano. Aquí tenemos las puertas abiertas, mientras que en Francia protegen su cine. Vamos en precario, con presupuestos bajos y, ¡ojo!, seguimos compitiendo porque hay gente muy válida".

La actriz, modelo y cantante Blanca Romero plantea dos asuntos: "La profesión de actor, y lo que tenga que ver con el arte, siempre fue inestable. Hay temporadas que no facturas y otras que va todo de golpe. El que factura, claro. Pero es cierto que esta crisis afecta especialmente a los actores y actrices, aunque, igualmente, hay otra gente que estudió un carrerón y se tiene que dedicar a otras cosas. También desaparecen las tiendas de discos y otras cosas de otros sectores ligados a la cultura, y eso supone que desaparecen profesionales. Es muy triste. Yo lo que haría es buscar un plan B por si acaso. Sinceramente, el asunto está mal. Sobre todo, teniendo en cuenta que ahora se van a rodar a Venezuela porque cobran a un euro la hora de rodaje y, claro, les sale más barato rodar allí. Al final vamos todos a lo más barato. Yo, plan B. Luego, si se puede pensar en soluciones, fenomenal".

Roberto Álvarez es un actor "privilegiado" porque tiene trabajo. Meses atrás estuvo en Oviedo (antes lo hizo en Gijón) con el "Discurso del Rey". Trabaja en cine y televisión y también produce. "Leí el informe y lo 'feisbookeé' mucho. Yo estoy en una situación privilegiada, pero conozco las vicisitudes de los actores. La imagen que se tiene en España es la de la alfombra roja, lo "fashion" y la forma de vida. Una imagen que está provocada por determinados sectores de poder y que no se corresponde con la realidad", apunta. Y sentencia: "Luego resulta que la mayoría de los actores vive muy por debajo del salario mínimo interprofesional, algunos, como pone el informe, con 3.000 euros o menos al año". Cuando se le plantea si desde los sindicatos se puede cambiar el estado de las cosas, afirma que la Unión de Actores "negocia los convenios y hay unos mínimos establecidos. El problema es la falta de trabajo. Por dos factores: uno, en teatro sobre todo, el IVA, que lo mató. Al matarlo ha hecho que la gente trabaje por menos. Yo creo que los salarios están ahora como hace 30 años. Han reducido muchísimo los sueldos. Si se hace un bolo por 150 euros y tienes cinco, ¿qué haces con 750 euros? Las televisiones han hecho lo mismo, las presiones económicas van a los trabajadores. Es un asunto multifactorial. Está el Gobierno, las ayudas al cine que se han reducido, los sueldos, los presupuestos de teatro, el 21% de IVA... Todo eso ha presionado a productores y actores: ¿un sindicato qué va a hacer ahí, ir al Ministerio y gritar: 'Suban las subvenciones'? Hay un convenio, pero qué más da si luego te dicen que te pagan 200 euros por bolo. Yo también produzco y cuando te planteas la obra para ir a un teatro ves que hay que darle el 40% al propietario y que, del 60% que te queda, el 10% es para autores y el 21% de IVA. Así, o llenas todos los días o..."

La actriz Ana Villa, que también está en un buen momento laboral, apunta varias causas, aunque una de ellas ya goza del voto de la mayoría de los profesionales: "El aumento del IVA". Los productores no arriesgan y cuando arriesgan "recortan el salario de forma importante". Otro factor que apunta la actriz es que han "surgido un montón de salas pequeñas en las que la gente hace muchas cosas (ahora se está regulando), pero es una manera muy pobre de vivir. Eso no significa que el público no vaya al teatro en estas salas, simplemente se ha dispersado".

En otro frente pone el nivel adquisitivo general y que las entradas son bastante caras. "Yo fui a ver una obra y la entrada valía 26 euros, por una obra normal en el patio de butacas. Y eso también repercute", apunta.

Ana Villa echa también una mirada económica global: "Se ha dado poca importancia a la cultura; producíamos el 1% del PIB y no se nos ha cuidado, se ha mirado para otro lado; yo no me puedo quejar porque soy afortunada. Mis amigos no están en mis condiciones. Y tienen mucho talento".

La actriz coincide y aumenta la tesis sobre los sueldos que tiene su colega Roberto Álvarez: "Se gana menos que hace 30 años. Yo vine hace dieciséis años para Madrid y los sueldos eran lo mismo o más que ahora. Los ayuntamientos sostenían los bolos. Pero con la crisis los ayuntamientos dejaron de pagar, y las medianas empresas tuvieron que cerrar porque tuvieron que abonar por adelantado dietas, viajes, hoteles..., y se encontraron con que en dos años no cobraron nada".

La actriz ovetense pone encima de la mesa los asuntos fiscales: "Hay otra cosa que no se suele plantear, el sistema de cotización. Si divides lo ganado en un año, la mayoría de actores y actrices no llegan ni a 1.000 euros al mes. Pero si encuentras trabajo en una serie te hacen el 32%". Y a estos problemas suma también la televisión: "En la tele las series eran con personajes episódicos, 'Hospital Central', 'Periodistas', las de policías, médicos... Todas tenían personajes de reparto. A raíz de la crisis eso se acabó". Por último echa una mirada al cine: "Se lo han cargado, directamente. En Francia el 1 o 2 por ciento de lo que se recauda de las películas americanas se destina para productos franceses".

Maxi Rodríguez es autor y director de teatro, además de guionista, actor y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA. En su reflexión inicial está presente la debilidad del sector, "al menos en teatro, que tiene una frágil salud de hierro a pesar de que la precariedad laboral para los actores llegó a extremos excesivos e insostenibles".

Parte de esa precariedad tiene que ver con el valor que se ha dado a la profesión: "También se tiró el precio de las ficciones en televisión. Y en teatro salen las obras haciéndolas con iniciativas en precario y gracias al voluntarismo de los actores y, en muchas ocasiones, de su propia dignidad". Cierto que la precariedad laboral es en todos los ámbitos, "pero en el asunto de la cultura para este Gobierno es algo que está menospreciado y es sangrante porque además se juega con el 'totum revolutum': gente que no se dedica a ello profesionalmente y tira los precios en detrimento de los profesionales". Por todo ello Maxi Rodríguez apunta a que hay que concienciar desde abajo: "La solución tendría mucho que ver con la base, la educación y concienciación; el tratar de inculcar que a los trabajadores de la cultura se les debe reconocimiento porque trabajan duro y se forman para ello, y eso merece una remuneración adecuada. Da la sensación de que puede dirigir o actuar cualquiera y cuando se menosprecia la categoría profesional ocurren esas cosas", concluye.

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