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Urraca, la reina que amó a Asturias

Adelanto de los episodios más destacados de la nueva novela histórica de María Teresa Álvarez sobre la primera y única monarca que tuvo la región

Urraca, la reina que amó a Asturias

El nacimiento en Soto de Aller

" En la casa de Pedro Díaz del Valle, en Soto de Aller, Asturias, las criadas se mueven con presteza para que no falte nada y todo resulte perfecto. La hora del parto parece inminente. Doña Gontrodo, la hija del amo, está a punto de dar a luz. No es primeriza aunque aquel es un alumbramiento especial. El ser que traerá al mundo no es hijo de su marido, sino del rey don Alfonso VII de León.

Una niña muy grande y hermosa

"Doña Sancha, ya ha nacido- dice el padre de Gontrodo, que acude a buscarla.

-¿Están bien? - pregunta temerosa.

-Sí, señora. Las dos se encuentran perfectamente.

-Ha sido una niña. ¿verdad?

-Muy grande y hermosa.

La tierra con picos

que llegaban al cielo

"Mi tía doña Sancha me había hablado muchas veces de esta tierra, de sus ciudades, de sus hermosas iglesias, de su catedral y sobre todo de la belleza de su paisaje. ¡Ay! cuando desde lo alto del Puerto de Pajares contemplé aquellas montañas, aquellos picos que ascendían al cielo, sentí una emoción hasta entonces desconocida; era como si yo formara parte de esta tierra agreste, que me pareció maravillosa, mucho más de lo que podría imaginar a pesar de lo dicho por mi tía, que disfrutaba viendo mi excitación.

Una prenda a cambio de la paz

"-Urraca, me duele lo que voy a decirte, tienes que ser fuerte. Siempre contarás conmigo. -¿Qué sucede, tía? no me asustéis.

-He deseado comunicártelo yo, porque creo que es mi deber. Tu padre ha decidido establecer diferentes acuerdos con el rey de Pamplona y asegurar la paz entre ambos reinos. Y tú eres la prenda que entregará. Dentro de unos meses te casarás con García Ramírez.

Asco hacia el hombre que será su marido

"Una sensación de asco la invade cada vez que piensa en el hombre que será su marido. Un hombre con edad para ser su padre, un hombre que podrá hacer con ella lo que quiera. Su cuerpo, joven y hermoso, que nadie ha visto desnudo, será manoseado por unas manos despiadadas que sólo buscarán placer. Le apetece gritar, salir huyendo al encuentro con la muerte que pondría fin a esta situación.

Esperando la

llegada del rey

"Urraca es incapaz de concentrarse en la labor que está haciendo. Esperan la llegada del rey y del ejército en cualquier momento. La guerra, un éxito. El objetivo, cumplido. Almería había sido conquistada. Muertos y heridos por doquier. Al ataque por mar de la flota genovesa se unió la fuerza de tierra que por medio de dos castillos o torres de madera dominaron las murallas de la ciudad.

La hora de ser madre

"-No te importa que me vaya, ¿verdad? Esperaré fuera. Estás muy bien atendida y yo no soy más que un estorbo. Nunca he visto parir y no sé cómo reaccionaría.

A Urraca le habría gustado que se quedara a su lado agarrándole la mano, aunque la entiende muy bien.

-Estad tranquila y pedidle a Dios por el bebé y por mí para que todo salga bien.

Siempre la energía de la naturaleza

"La Naturaleza es, desde siempre, para Urraca una válvula de escape que la llena de energía. Las galas otoñales han llegado de forma imprevista y en Navarra son especialmente hermosas. Se pasaría horas enteras paseando entre aquella sinfonía de ocres, rojos, verdes, dorados... Hace meses que ha reanudado sus salidas a caballo con un reducido grupo de sirvientes. Estos paseos constituyen el mayor aliciente en su tranquila, apacible, y a veces tediosa vida. Echa mucho en falta a don Sancho, con él puede mantener cualquier tipo de conversación, pero desde hace un año acompaña a su padre y casi nunca le ve.

Desde que nació su niña la vida tiene un mayor sentido y a pesar de ello a veces se aburre.

El rey García Ramírez ha muerto

" Todo lo que está sucediendo le parece como un mal sueño del que quisiera despertar cuanto antes, mas Urraca sabe que es verdad. Que García Ramírez, rey de Pamplona, ha muerto al caerse del caballo. Que ella se ha convertido en viuda y que no será reina regente porque el trono lo heredará don Sancho. Que desconoce cuál será su futuro y no quiere pensar en ello. Está deseando quedarse sola. El velatorio le ha resultado especialmente duro al tener que saludar a tantas personas desconocidas. Los funerales han sido magníficos.

Regreso a Asturias

"Hacía solo unos días que la reina Urraca había llegado a Asturias. Dos de los nobles de los que le había hablado su tía; -Gonzalo Vermúdez y su sobrino Pedro Adefonsi- habían acudido a ponerse a su servicio. También el obispo Martín II la había visitado y ella acudía ahora a mantener un encuentro con él. Urraca sentía muchísimo no poder saludar al antiguo obispo de Oviedo Pelayo recientemente fallecido. Le encantaría poder cambiar impresiones con él. Su interés se debía a lo mucho que su tía le había hablado de este personaje y a su probado asturianismo. El obispo Pelayo era el creador del incipiente protagonismo que había adquirido Oviedo en los últimos años.

Una visita a Avilés, la villa de la sal

"Urraca se encuentra en Avilés que es, junto con Oviedo, la única ciudad en Asturias a la que ya su bisabuelo, el rey Alfonso el Bravo, le había concedido fuero, renovado por su padre hacía unos años. Avilés tenía, por ello, categoría de villa de realengo y siempre había apoyado los intereses de la corona. Destacaba por su comercio marítimo y contaba con un gran alfolí donde se guardaba la preciada y necesaria sal que llegaba al puerto procedente de salinas francesas, portuguesas, gallegas. La ciudad llegaría a tener un auténtico monopolio de la sal que era distribuida a toda Asturias y a León.

Don Álvaro, el amor en Asturias

"-Me gusta mucho escucharos, os sentís tan asturiana. Nunca olvidaré estos momentos vividos en Covadonga- replica él, tomando una de las manos de doña Urraca entre las suyas.

Urraca siente como una especie de descarga eléctrica que recorre todo su cuerpo y se pregunta si a don Álvaro le sucederá lo mismo. No sabe cómo reaccionar, ni qué decir... Sigue con sus ojos perdidos en la oscuridad de las montañas, no se atreve a mirar al hombre que está a su lado... A lo lejos se escucha el susurro del agua... De pronto la toma de los hombros y la hace girarse hacia él. La claridad que proyecta la luna los envuelve en su fulgor misterioso, sus ojos se encuentran, se funden en un apasionado diálogo sin palabras...sus labios se buscan...

Recelos del obispo Gonzalo

"El almuerzo ha resultado muy agradable. Platos exquisitos y amena charla. Urraca no se sorprende, ya conoce lo buen conversador que es don Gonzalo, aunque tiene la sensación de que se está esmerando por resultar agradable ¿De qué querrá hablarle? Desde hace unos minutos el prelado manosea una roja manzana sin decidir qué hacer con ella.

-¿Doña Urraca habéis tenido noticias del grupo de personas que sé os abordaron hace un tiempo en vuestro viaje a Tineo?

Despedida de la patria querida

" Camina despacio hacia la carreta. Antes de subir se gira para mirar de nuevo las montañas asturianas. "Aunque jamás las vuelva a ver -se dice- siempre amaré a esta tierra a la que pertenezco".

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