José Valdeón nació demasiado al norte, en una tierra excesivamente fría. O quizás muy al sur, no está demasiado claro. Pero de haber venido al mundo en los parajes mediterráneos o en la húmeda Inglaterra, su camino como paisajista hubiera sido mucho más sencillo.
"Aquí no tenemos esa cultura, nos queda mucho por desarrollar", afirma este ovetense, instalado ahora en Málaga pero que dirige dos obras de calado en las frías y húmedas tierras de Asturias: la renovación de los jardines del Palacio de Trenor, en Figueras (Castropol), y de la Quinta Bertrand, en Somió (Gijón).
De su experiencia profesional, de más de dos décadas, ya hay otros frutos en la región, como los jardines de la Laboral, que recuperó en colaboración con el arquitecto Alfonso Toribio, o el Jardín Francés de Ferrera (Avilés). Pero en Asturias su margen de crecimiento era limitado, cerrado casi exclusivamente a la obra pública, por lo que tuvo que emigrar hace tres años y medio a la Costa del Sol, donde ha podido crecer profesionalmente. Esto no impide que dirija obras en Asturias, nada más que tiene ocasión. Sobre todo cuando se trata de trabajos como los dos que afronta en la actualidad.
"La Quinta Bertrand representa una muestra de aquel Somió germinal en el que tantas familias gijonesas pudientes instalaron sus viviendas residenciales en las décadas anteriores y posteriores a la entrada del siglo XX", explica Valdeón, quien aprecia la influencia británica y francesa en estos modelos arquitectónicos que cuidaban los entornos paisajísticos.
En esta obra, que transcurre en paralelo a la restauración del edificio, Valdeón trabaja mano a mano con el decorador Lorenzo Castillo. "Nuestra intervención de restauración paisajística, dadas las buenas condiciones generales que presenta, se concentrará en enfatizar el carácter ornamental del jardín, dotándolo de nuevas composiciones vegetales -inspiradas en las tradicionales de Somió- expresivas y coloristas, sobre todo en la época estival, al ser ésta la de mayor uso, entonces y ahora, por parte de los propietarios", explica Valdeón, que incide en que los jardines están catalogados y cuentan con protección integral. "Siempre con la mayor fidelidad y respeto hacia el espacio ajardinado donde trabajamos", sostiene.
Su otro proyecto en Asturias es la asesoría de plantaciones para el Palacio de Trenor, en Figueras (Castropol), un inmueble que se está rehabilitando como hotel de cinco estrellas por la empresa "Paisajes de Asturias". "Nuestra misión en este espacio es la de dotar al conjunto de plantaciones coherentes, inspiradas en la tradición jardinística asturiana, compuestas por especies y variedades de nuestro elenco vegetal tradicional y adaptadas al nuevo programa del edificio. Igualmente, asesoramos en la implantación y el mantenimiento de praderas de tres tipos diferentes: césped, pradera naturalizada florida y pradera de hierba alta", relata Valdeón.
Más allá de estas dos intervenciones en Asturias, Valdeón tiene obras, por todo el litoral malagueño, y su reconocimiento dentro del sector le ha llevado a la directiva de la Asociación Española de Paisajistas (AEP). En la Costa del Sol, el paisajista asturiano se ha enfocado principalmente en el colectivo de extranjeros residentes. "Son personas que tienen una capacidad económica, pero también la sensibilidad, implícita en sus culturas, para construir jardines privados de cierta entidad", explica Valdeón. Algo que no se da en tierras asturianas.
