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JOSÉ RAMÓN OLIVA | Asesor fiscal y autor de teatro asturiano

"Me gusta la comedia en el teatro y en la vida"

"Mi música preferida es el rock sinfónico de los 70 y el heavy, y me fogueé tocando pasodobles y 'Macarena' en la 'Orquesta Revelación'"

José Ramón Oliva, en el Auditorio de Siero. LUISMA MURIAS

José Ramón Oliva (Gargantada, Siero, 1966) es asesor fiscal de pequeñas y medianas empresas y ha escrito 36 obras de teatro asturiano. Dirige el Grupo de Teatro de Carbayín, que el año pasado hizo más de 40 representaciones. Vive en Pola de Siero y está casado desde 1993.

- ¿Qué tal le va la asesoría?

-La crisis notóse pa todo. Tengo cartera y me mantengo, pero perdí clientes, hay más asesores fiscales y los precios bajaron un poco. Como las empresas a las que asesoro, vamos saliendo de la crisis cadenciosamente.

- ¿Cuándo empezó a interesarle el teatro?

-En Carbayín Alto estaba el Centro Cultural Nuestra Señora de Covadonga. Mi madre, Marisa, había hecho teatro en Borines y arrancó con el grupo. Luego se creó un grupo infantil, de chavales de 13 o 14 años, que hacíamos algún sainete antes de la obra de los mayores.

- En los ochenta era raro que gustara el teatro costumbrista.

-En Carbayín, no. Era inusual, pero no era danza. Es posible que lo haya usado para ligar, otra cosa es que ligara.

Algunos de aquellos chavales siguen en el grupo adulto del que se hizo cargo Oliva en 1990.

-Representábamos a Eladio Verde, Eloy Fernández Caravera, Pachín de Melás... pero en 1993 me dio por escribir "Baráxoles col difuntu".

- ¿Por qué?

-Éramos nueve actores y no encontrábamos obras para todos. Hoy todo está en internet, pero entonces no lo había.

- ¿Gustó?

-Sí, cogí carrera e hice otra y luego otra y otra.

- ¿Dónde se inspiró?

-En el grupo anterior, mi ma dirigía y leía obras. Había unos libros pequeños de pasta blanda, conseguimos muchos y los leí. Abundaban el costumbrismo madrileño de Arniches y el teatro de Mihura y me gustaban. Me inspiré en Alfonso Paso con una historia de un muerto en escena. La pasé a ambiente rural en el asturiano amestao de casa. Luego hice un curso básico de asturiano y dos de afondamientu, leí y escribo ajustado a la normativa.

- Tenía 27 años. ¿Qué hacía?

-Tocaba el bajo eléctrico en la "Orquesta Revelación". Pasodobles, rock and roll y "Macarena" de Madrid hacia arriba: Asturias donde más, Zamora, León, Salamanca. Tocaba todo el año porque había mucha sala de fiestas.

- ¿Vivía de eso?

-Sí, de 1991 a 1995. Seguí en grupos pequeños para bodas.

- Tiraba para el espectáculo.

-En Carbayín había mucha afición a tocar. De niños íbamos a ver ensayar a "Ray di Sol" y nos apetecía tocar la guitarra, la batería y salió gente de orquesta.

- ¿Qué música le gusta?

-El rock de los setenta. La primera cinta que compré fue "El muro", de Pink Floyd. Me gustan el rock sinfónico y algo de heavy. A mi amigo Javier García, el padre le compró una guitarra eléctrica y, a partir de ahí, pensamos todos en tocar. Hicimos una rifa para comprar instrumentos para los demás.

- ¿Qué compraron?

-Un bajo eléctrico, una guitarra acústica y, como sobraba un poco, una flauta que nunca usamos. El salón parroquial de Carbayín Bajo tenía un amplificador con tres entradas e íbamos allí a meter ruido. Fernando Corujo nos dio las primeras clases en condiciones de guitarra y compramos libros y métodos. Todo era para divertirse, pero nos ofrecieron unos duros por tocar pasodobles y así empiezas a foguearte.

- Y a "Revelación".

-Esa orquesta y "Dominó" hacían todas las romerías. En el último pase, "el pase de caña", tocábamos lo que nos gustaba. Éramos nueve músicos y el de sonido. Yo estaba a sueldo. Llegamos a tocar 130 veces al año con agostos de 23 días. Lo pasaba muy bien, pero no podía mantener ese ritmo de fechas y luego ir a la asesoría.

- ¿Cuándo empezó en la asesoría?

-En 1993, trabajando para Agustín Suardíaz, de Oviedo. Hice Económicas por la rama de Empresa. Se sale con muchos conocimientos, pero poca capacidad de enfrentarse a la realidad de las empresas.

- ¿Qué cambió con su teatro?

-La temática. El teatro clásico asturiano es una versión de "Romeo y Julieta" y tengo desde una obra en una casa de citas a la que va una monja a "El candidato", que habla de un vividor que se presentaba para alcalde.

- ¿Qué tal se siente escribiendo en asturiano normalizado?

-Nunca lo llevo al extremismo, a buscar la palabra más rara para que no te entienda nadie. En escena lo relajamos para no perder la naturalidad.

- ¿Hace costumbrismo moderno?

-No, mantengo la época de la posguerra, entre los cincuenta y los setenta. Me gusta la manera que tenían de vivir. La gente era más inocente. En el franquismo la cultura tenía acceso restringido, había tabúes, y eso da mucho juego para textos cómicos que no se pueden ambientar en la actualidad porque la gente tiene más conocimiento.

- ¿Mantiene los arquetipos?

-Sí, la muyer vieya de mucho carácter, el paisano faldón a la sombra de ella, el mozo inocente -de buen corazón y poco conocimiento- y les moces modoses. Asturias era un matriarcado. No siempre lo desarrollo en el entorno rural; Oviedo también ye Asturias. Si mantienes personajes reconocibles la gente está más dispuesta a aceptar innovaciones.

- ¿Qué innovaciones?

-En la puesta en escena, iluminación y sonido del teatro convencional, eliminamos la tela pintada y hacemos escenografía con cubos que cambiamos de posición, usamos ciclorama.

- ¿Va a verlos gente joven?

-Tenemos seguidores jóvenes y usamos las redes sociales.

- ¿Su obra más representada?

-"Ello yera una vez" donde hacíamos de niños de 1947 tuvo más de 50 representaciones. En cada cuadro se hablaba de cordobeyos, de ayalgueiros, aguilandos... Era muy tierna y la gente de cierta edad se veía representada.

- ¿Saca dinero?

-No, el teatro amateur da para mantener el grupo, pagar el local, los gastos de la furgoneta, lo que cuestan los decorados y cenar después de la función. La SGAE me líquida algún ingreso pero no es para vivir ni se pretende. Soy feliz con que me representen. Mis obras están a disposición en la web de Teatro Carbayín.

- ¿Su mujer comparte la afición?

-No, pero está vinculada. Conocí a Tere en Pola de Siero un fin de semana.

- ¿Ve teatro?

-Sí, vamos a Madrid a ver un musical o algo de envergadura. Si puedo elegir, veo comedia. Me gusta la comedia en los dos sentidos, en la vida y en el teatro.

- ¿Cómo lleva el grupo el trabajo y el teatro?

-Procuramos que la obra tenga un reparto de seis personajes porque, si no, no hay manera de ponerse de acuerdo para ensayar.

- Creció en Carbayín. ¿Cuánto ha cambiado?

-Radicalmente, desde el cierre de Pumarabule. Mi padre era minero y crecí en la Barriada, 240 viviendas con más de mil personas, que llamaban "la incubadora" porque había muchos niños. Había tantos que nos hicieron un colegio. Había muchísima vida, bares, tiendas, negocios, trabajo y dinero. Carbayín sólo tenía la mina. Del grupo de teatro quedan dos matrimonios, uno de ellos mi hermano Luis Ángel. Mi madre volvió a Borines.

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