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FERNANDO ALONSO TRECEÑO | Presenta el libro "Carta a una niña que va a nacer"

"Para ser feliz hay que ser puro, llevar una vida sana y estar bien con uno mismo"

"El exceso de posesión conduce al hombre a la ruina, es lo que lo hace desgraciado"

Fernando Alonso Treceño, con su libro. RICARDO SOLÍS

El abogado avilesino Fernando Alonso Treceño confiesa ser "tremendamente feliz". Una especie de guía para alcanzar ese estado de bienestar interior constituye el hilo argumental de su primer libro, "Carta a una niña que va a nacer", en el que el autor transmite a su sobrina Laura "todas aquellas certezas, experiencias y conocimientos espirituales de la vida" que ha atesorado a lo largo del tiempo. "Es un libro de sabiduría, enseña el arte de vivir. Si lo abres por cualquier página al azar encontrarás un valioso consejo, una rica enseñanza. Es una obra de cabecera, quien crea que es un libro más está ciego", asevera el autor, que presenta esta tarde (19.30 horas) su obra en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés, en el palacio de Valdecarzana.

- ¿Cuál es el elixir de la felicidad?

-El secreto de la felicidad es ser feliz; el de la vida, vivir, y el del amor, amar. Para ser feliz tenemos que ser como niños, no haber salido nunca del paraíso. Yo soy una persona inmensamente feliz porque jamás he dejado de ser niño. Para alcanzar la felicidad hay que ser puro por dentro, llevar una vida sana y estar bien con uno mismo.

- ¿Y eso cómo se consigue?

-Cambiando completamente de forma de vida. Si comemos lo que queremos, si pensamos lo que nos viene en gana, si no hacemos el bien hacia los demás y no nos superamos a nosotros mismos, es imposible llegar a las fuentes del paraíso. Para no perder nunca la infancia eterna y regresar a las fuentes del paraíso hay que ser un gran amigo de Dios. Dios es mi mejor amigo en el cielo, y en la tierra lo es mi madre. Todos los días hablo con él y me enseña el camino a seguir. Este libro está bendecido por el cielo porque ha superado todas las dificultades, tropiezos y zancadillas que me han puesto para que no saliera. Pero el bien vence siempre al mal. Uno de los consejos que dejo en la obra a mi sobrina es que creo en el triunfo del bien sobre el mal, en el poder de la oración, de la meditación, en el ayuno, en el perdón.

- ¿Un libro para creyentes?

-Todo lo contrario, es un libro para que empiecen a creer. Hay un mundo que está por encima de lo ordinario, hay una realidad milagrosa por encima de lo convencional. Los lectores van a aprender que no están solos en el mundo, que hay vida más allá de la muerte y que podemos ser felices trabajando por dentro. "Carta a una niña que va a nacer" no es un libro de autoayuda, de enseñanzas vacías, sino un tratado de sabiduría.

- Entonces, ¿un libro de fe en el que aprender a mantener vivo el niño que llevamos dentro?

-Recuperar la infancia perdida es el camino de retorno al paraíso. El sistema imperante en el que vivimos intenta llevarnos al precipicio. Las personas se sienten desgraciadas y de tanto escuchar que Dios no existe, se lo llegan a creer. Pero cuando tienen problemas graves, recurren a sus oraciones de la infancia. La fe es la medicina fundamental de la felicidad, y para tener fe hay que ser como niños para intentar regresar al paraíso. La fe mueve montañas y el amor cura, es la escalera de los sabios y la fe la puerta a su jardín.

- ¿Usted es feliz?

-Soy la prueba evidente de la felicidad, tengo miedo a morir de felicidad. Lo que más abunda hoy en día es la ausencia de conocimiento, pese que hay una cantidad ingente de información. La sociedad en la que vivimos, con internet y las redes sociales, distribuye una gran información para que el hombre sea un verdadero ignorante. El mal está enraizado siempre en la ignorancia y el mundo está dominado por el diablo. Por eso no hay que matar al niño que llevas dentro ni al ángel que hay en ti. Hoy en día la gente no está satisfecha con nada cuando en lo simple, en lo humilde, es donde podemos encontrar la verdadera felicidad. El exceso de posesión es lo que lleva al hombre a la ruina, lo que lo hace desgraciado. Este libro enseña que para ser feliz no hace falta ser poderoso, y para estar bien con uno mismo no se necesita mucho dinero.

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