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INÉS FONSECA | Odontóloga y motera

"Asturias tiene un entorno muy motero porque en quince minutos puedes elegir autopista o monte"

"Hice todos mis estudios trabajando porque mi padre murió cuando yo tenía 14 años; era camionero y se durmió"

Inés Fonseca, en la plaza del Fresno de Oviedo. MIKI LÓPEZ

Inés Fonseca (Lavandera, Gijón, 1980) dejó en marzo la presidencia de la Federación de Motociclismo después de ocho años.

-A partir de un número de mandatos se pierde énfasis.

Le dijeron que era la primera mujer en Europa que presidía una federación de motociclismo.

Se dice friki de dos pasiones: las motos y los dientes. Tiene una Ducati 800 Scrambler de carretera y una Gas Gas 125 de trial. Es protésica, higienista dental y odontóloga, de lo que trabaja ahora. Su vida fue trial: un ascenso con muchos obstáculos.

- ¿Cuándo supo que le gustaban las motos?

-A los 14 años, cuando un amigo me prestó su Vespino. Mi hermano tenía un scooter pero a mí no me dejaban subir en moto. A los 18 años compré una minimoto con mi primera paga extra. Tenía poco dinero y muchas ganas. Corría en una explanada delante de casa y en La Belga.

- Ya trabajaba a esa edad...

-Mi padre, Aurelio, murió cuando yo tenía 14 años. Era camionero. Vivíamos en Almería desde 1992 porque hacía viajes desde los invernaderos de fruta hasta Perpignan (Francia) y otros puntos de Europa. Se durmió en el camión. Entonces no se controlaba su trabajo y todos pasaban días sin dormir. Empecé a cuidar niños después de clase. Mi madre, Pili, trabajaba de lo que saliera.

- ¿Cuándo volvió a Asturias?

-A los 19, para vivir con los abuelos y estudiar lo que quería: Odontología. Acabé el Bachiller en el Calderón de la Barca, nocturno, mientras trabajaba.

- ¿Había perdido cursos?

-Casi dos por un accidente de coche grave en la adolescencia. No entré en Odontología porque hacía falta una nota muy alta. Hice Prótesis Dental, me especialicé como ceramista y trabajé en laboratorios hasta los 24.

- ¿Le gustaba?

-Sí, pero no veía gente. Hice Higiene Dental y trabajaba en tiendas. Empecé Odontología con 30 años. Era el primer año de Bolonia y había muchas horas prácticas. Ahora trabajo en la clínica del doctor Clemente Álvarez, en Pola de Laviana y en Oviedo.

Vive en Sariego. Suele ir al trabajo en coche.

- ¿Cómo llegó a las motos?

-Mi pareja y sus amigos eran "quadtreros", corrían en quads.

- ¿Cómo conoció a su novio?

-Cuando Jorge tenía 15 años y yo, 12, en el hospital. Yo estaba operada de tiroides. Nuestras madres se hicieron amigas y mantuvieron el contacto. Cuando tenía 17 años e iba a volver a Asturias, fui a visitar a su madre a Sariego. Él y yo hablamos, nos hicimos más amigos y empezamos a salir.

- Planes de quad.

-Madrugábamos el domingo e íbamos de Sariego a Laviana por el monte. Yo iba de paquete pero con ganas de conducir y disfrutando de la naturaleza. Es una pasada. Hicieron un equipo para competir y yo iba de asistente.

- ¿Usted no era piloto?

-No tengo ese talento. Llegué tarde. Sobre la moto disfruto, lo necesito, me gusta la sensación de conducir en la carretera y de superar obstáculos en el monte.

- ¿Qué hace un asistente?

-Monta el box, repostajes, controla cronos y resultados...

- ¿Eso se hace por amor o por motor?

-Tiene que gustarte porque es duro, sucio y pasas frío o calor. Me gustaba coordinar al grupo y ver las carreras desde dentro. Hay novias y madres asistiendo a los pilotos. Al revés, menos, pero va cambiando.

- La Federación Asturiana.

-Cuando llegué había tres clubes dentro y el resto estaban intentando crear otra federación. En tres años unificamos el motociclismo asturiano, saneamos las deudas y generamos actividad: organizamos campeonatos de Asturias de todas las especialidades. Me pidieron que formase parte de la directiva nacional y allí creé la comisión femenina en 2014.

- Llamó mucho la atención que fuera mujer.

-No llegué por romper ninguna barrera pero una vez allí quise que las mujeres tuvieran más facilidades hasta que su presencia fuera normal.

- ¿Hacía falta?

-Algunas especialidades no tenían categoría femenina. No quiero dividir las competiciones por sexos pero para potenciar los resultados de las mujeres y que puedan facilitar su carrera deportiva necesitan una categoría así. En parrillas de salida hay pocas mujeres, luego algo falla.

- ¿Qué?

-El mayor hándicap, la cultura: niño moto, niña Barbie. Las chicas iban de bulto en la moto.

- La afición en Asturias.

-Sube, según datos de venta de motos de hace dos años. El motocross se prefiere por Nava y Villaviciosa y Gijón. El trial está en las Cuencas. Los de carretera están muy repartidos. Hay escuelas de niños en circuitos. Ganamos dos campeonatos por autonomías y hemos tenido campeones nacionales en todas las modalidades salvo en motocross.

- ¿El clima es un hándicap?

-No es el clima, es la ropa. En los países del norte de Europa hay peor clima y más moteros.

- Asturias a dos ruedas.

-Tiene un entorno muy motero. A quince minutos puedes elegir autopista o pista de monte.

- ¿Hay "motorismo verde" que atraiga gente de fuera?

-Lo había pero la ley de Montes lo cambió. Hay ruedas que afectan a los senderos pero los moteros cuidamos el monte. La mayoría de los caminos de los abuelos los manteníamos abiertos. Dejamos de ir y se taparon.

- Cuando va en moto, ¿qué piensa de los coches?

-Desconfío. El coche aísla, vas a gusto, con tu música, te sientes protegido. En la moto vas a todas porque sabes que el coche puede no verte. A veces en el coche no veo la moto.

- Seguridad en la carretera.

-Se piensa en turismos y camiones pero no en la moto: las barreras son quitamiedos que amputan; la pintura es deslizante y podría no serlo, los baches se señalizan para el coche y la moto es más sensible.

- Seguridad del motorista.

-El parachoques es el cuerpo. La mayoría vamos más protegidos de lo que se obliga.

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