Los muy cafeteros están de suerte. El consumo de tres tazas, en cualquiera de sus variantes, está asociado a un menor riesgo de infarto, cáncer, embolia, diabetes y enfermedades respiratorias y renales según dos investigaciones publicadas en la revista "Annals of Internal Medicine".

La primera de ellas, dirigida por la profesora Veronica Saetiawan de Medicina Preventiva de la Escuela de Medicina Keck, demostró en la universidad del Sur de California (USC) que las personas que consumen una taza de café diaria son un 12% menos propensas a morir en comparación con el resto, y a más ingestión de esta bebida se tienen mayores posibilidades de evitar una de estas enfermedades.

Cada día se beben unos 2.250 millones de tazas que contienen sustancias como la cafeína, diterpenos y antioxidantes que pueden interactuar con el cuerpo, cuya cantidad varía con la preparación. Además, el café aumenta la esperanza de vida entre distintas poblaciones de todo el mundo.

El estudio utilizó el análisis de datos provenientes de un trabajo multiétnico de factores de riesgo de la calidad de vida realizado entre el Centro de Cáncer de la Universidad Hawai y la escuela de la autora, de más de 215.000 participantes. Algunas de las explicaciones pueden ser su contenido de antioxidantes y compuestos fenoles "que juegan un papel importante en la prevención del cáncer", afirmó la científica.

Un segundo trabajo de investigación, realizado por Marc Gunter, de la británica Agencia Internacional Investigación sobre el cáncer (IARC), indica que tres tazas de café diarias pueden ser beneficiosas para la salud porque se asocia con un menor riesgo de muerte. Los expertos utilizaron datos de 521.330 personas de más de 35 años y de diez países diferentes que procedían del Estudio prospectivo europeo sobre dieta, cáncer y salud (EPIC).

La comparación entre estudios realizados en Estados Unidos y Japón con el recién publicado añade "mayor confianza en que el café puede tener efectos benéficos para la salud", señala Gunter. A pesar de la información aportada, el investigador matiza que son necesarias más investigaciones sobre los componentes de la bebida aromática y sus posibles efectos protectores o beneficiosos para la salud.