El 24 de enero pasado, el director del Museo de Bellas Artes de Asturias, Alfonso Palacio, afirmaba que la donación hecha por el empresario astur-mexicano Plácido Arango de 29 obras maestras vinculadas a la historia del arte español de los siglos XV al XX "era un regalo caído del cielo". Ayer llovieron tres nuevos obsequios que alivian la "sequía" de una pinacoteca que desde 2011 no puede adquirir obra, y menos del nivel que atesora la donación de Arango.

Las tres nuevas joyas son del pintor aragonés Juan de la Abadía, documentado en Huesca entre 1469 y 1498: las tablas "La Virgen, el Niño y Santa Ana", procedente tal vez del monasterio de Santa María de Sigena (Huesca); "San Pedro entronizado con dos cardenales" y "San Miguel y Santa Engracia", ambas situadas en origen en la parroquia de Marcén (Huesca). Abadía es uno de los pintores más importantes del arte hispano-flamenco en el reino de Aragón y no estaba representado en las colecciones del Museo.

Según el Museo, los términos en los que se añade estas tres pinturas "son similares a los de las otras 29 obras, pues el donante conserva sobre ellas derecho a usufructo vitalicio". Arango fue galardonado ayer con la cuarta edición del premio "Enrique V. Iglesias" al Desarrollo del Espacio Empresarial Iberoamericano por su contribución al desarrollo de Iberoamérica, la responsabilidad social de la compañía y su labor filantrópica.

La primera intención del Bellas Artes y de Arango era presentar al público asturiano las obras en una exposición la pasada primavera, pero los plazos legales han provocado que esa esperada muestra se haya retrasado, al menos, hasta otoño. Esto se debe a que la cuantía del contrato de transporte de las obras, que se estima entre los 55.000 y los 60.000 euros, obliga a licitar los trabajos, lo que según los plazos legales puede demorarse entre cinco o seis meses. El museo está aprovechando para completar otras cuestiones, como un catálogo en el que participarán expertos de la talla de Javier Barón Thaidigsmann, Francisco Calvo Serraller, Tomás Llorens o William B. Jordan .

J. B.

La nueva aportación pictórica al museo de Bellas Artes de Asturias hecha por Plácido Arango es del pintor Juan de la Abadía. Según explicó Alfonso Palacio, director del museo, es "una aportación extraordinaria a nuestras colecciones. Se trata de un pintor no representado en la pinacoteca", explicó; y añadió que es "pintura gótico hispanoflamenco asociada a la corona de Aragón del último tercio del siglo XV y se incorpora a nuestras colecciones con tres obras magníficas". Son tablas procedentes de la localidad de Marcén y del monasterio de Santa María de Sigena (Huesca), que tiene "calidad y están en buen estado de conservación y completan el buen fondo de pintura gótica hispano flamenca".

Juan de la Abadía estuvo muy activo en Huesca en el siglo XV. Su primera formación como pintor la recibió en Barcelona, donde entró en contacto con la obra de Jaime Huguet, pintor gótico flamenco formado en Tarragona. "A parte de esta donación, entre sus obras, destaca el retablo mayor de la catedral de Jaca", detalla Palacio, que describió el estilo de Abadía como "muy bien definido, de colorido intenso y con la peculiaridad de los brillantes dorados que incorporaba". Además destaca también el cuidado "dibujo de los rostros". Palacio insiste en que las obras incorporadas al Museo de Bellas Artes de Asturias son de mucho prestigio y de gran importancia para la pinacoteca asturiana que Arango "recuperó para el patrimonio artístico español en esa línea suya de buscar obras dignas de museo que estuvieron en manos de coleccionistas extranjeros".