"No ensayamos, lo que hacemos es entrenarnos. Como los deportistas. Porque a fin de cuentas las improvisación es como un deporte, con sus normas y sus mecánicas". La reflexión es de Noemi Miranda, actriz con catorce años de experiencia, los ocho últimos especializándose en el arte de la improvisación teatral. Una técnica singularmente compleja, que vive de la complicidad entre el público y el actor, y que ahora se abre camino en la escena asturiana de la mano de la compañía "Trivilorio Impro".

Miranda, natural de Galicia, es uno de los cuatro miembros del grupo. Junto a ella trabajan Sara Villanueva, con quince años de trayectoria en la improvisación en la escena madrileña; Anacelia Álvarez, actriz argentina afincada en Villaviciosa; y el ovetense Javier Vicario. "Parecemos un chiste", bromea Miranda. Los cuatro se reunieron en Asturias donde, tras un año de preparación, comienzan ahora a mostrar su espectáculo al público.

La Sala Telva, de La Felguera (Langreo), acoge esta tarde una representación del espectáculo del grupo: "Ye Impro!!!". El público está convocado a partir de las 20.30 horas, y el espectáculo comenzará a las 21.00 horas.

"Cuando subimos al escenario, subimos sin nada. Creamos al momento, a partir de las premisas que nos da el público. Todo en directo, corriendo riesgos", precisa Miranda sobre su espectáculo. "Cuando estás frente al público no tienes opción: tienes que salir adelante con lo primero que te venga a la cabeza" añade, precisando que el soporte del resto de actores es crucial para que el espectáculo sea atractivo: "La única ventaja son los compañeros, que sabes que te van a ayudar a que vaya todo hacia arriba".

Esa dependencia del público supone en sí misma un peligro notable para los actores, pero Miranda asegura que la mayor parte de los asistentes acaba por implicarse: "Si el público está muy bajo tienes que saber levantarlo. A veces, con entrar en escena y ver las caras ya sabes quién te va a responder y quién no. Pero con que uno entre al juego, los demás suelen sumarse a la propuesta". Y una vez que lo prueba, asegura Miranda, el espectador repite: "Es un espectáculo distinto, siempre diferente, que genera un público fiel y cada vez más implicado".