Teresa, Benito y Marta están hartos, la primera no quiere un futuro de dependencia y sumisión junto a un príncipe, el segundo no desea sentir miradas extrañas sobre él cuando pasee con su carrito y sus muñecas, y la última ya se ha cansado de dar besos forzados a desconocidos, a los que acaba viendo como monstruos babeantes que la amenazan con su repulsiva boca. Y es que, empujados por la omnipresente presión social, nos pasamos la vida obligando a los más pequeños a hacer cosas sin demasiado sentido y sin importarnos nunca su opinión. Belén Gaudes y Pablo Macías, los autores de la nueva colección "Ande yo valiente" de su bella criatura, la editorial Cuatro TuercasCuatro Tuercas, lo saben y quieren ponerle remedio en forma de unos versos a los que ha dado aún más vida el ilustrador Nacho de Marcos. Y toda esta fecunda colaboración vuelve a nacer de la aportación de cientos de personas que, a través de una plataforma de micromecenazgo, han decidido apoyar la realización de estas obras que ayudarán a nuestros niños a crecer libres de la sombra del estereotipo.

Los libros, que llevan por título " Teresa no quiere ser princesa", "Benito y su carrito" y "Marta no da besos", están escritos con esa rima juguetona que recuerda a la gran Gloria Fuertes y que tan bien interiorizan los más jóvenes lectores:

"En la calle una vecina / me quiere dar la propina. / Un beso dice que cuesta / y a mí el chantaje me apesta. / Otro día en el mercado, / me regalan una fresa. / A ver si así mi princesa / me deja un beso marcado / dice el frutero / señalando su mejilla. / Sale del puesto el hombre / y me agarra la barbilla. / ¡No! -tengo que decir bien alto-. / Gracias por la fresa, / pero pensé que era un regalo, / no esperaba la sorpresa / de pedirme nada a cambio".

Como se puede ver, todos los libros de Cuatro Tuercas nos hablan de los prejuicios que nos rodean y de cómo sus fuertes raíces se enredan en los pies de nuestros hijos, pero sobre todo, nos dan pistas sobre la forma de pasar por encima de ellos para hacer de éste un mundo mejor.

A punto de despedir el 2017, en vez de hacer la clásica lista de los mejores libros del año que se va, nos apetece animar a prestar más atención a los niños, que distan mucho de ser seres estúpidos a medio formar, así que no dejen de acompañarlos en la aventura de leer, ya que, como Marta diría: "Es mi consejo de hoy, / de mañana y de pasado, / porque esta ha sido mi historia / y así ha finalizado. / Chim púm".