"La felicidad a tiempo completo no existe". Es la mala noticia que confirmó ayer el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) José Ramón Chaves, que presentó "No somos muebles de clickea", su último libro, en el Foro Abierto de la librería Cervantes de Oviedo su libro. "No es una hoja de ruta para lograr la felicidad sino una colección de enseñanzas surgidas de la experiencia", explicó. La experiencia de Chaves es amplia y prolija, desde monaguillo a los 12 años hasta magistrado, pasando por la docencia y el periodismo.

La obra surgió de la necesidad de explicarse el mundo "al filo del medio siglo" de edad del autor, cuando se dio cuenta de que "era el momento de reflexionar porque si no luego no podría reflexionar". Lo primero que observó es que él había vivido la Transición política mientras sus hijos viven en el estado de bienestar. Lo concretó: "antes teníamos miedo al dentista y al practicante, ahora no duele nada".

No trata de enseñar el camino sino de desbrozarlo "para buscar momentos felices, chispazos", apuntó el magistrado. Esos momentos tienen sus claves. El autor es consciente de que "nadie regala la felicidad" y de que "la vida se nos va atravesando a todos" por lo que para conseguirla "hay que esforzarse".

En ese esfuerzo es en el que se centra Chaves, en ofrecer pequeñas claves y algún dogma como "ser optimista sonreír y tener sentido del humor" porque "la mejor carta de presentación en esta vida es una sonrisa". Una sonrisa que "no debe ser bobalicona" sino sincera. "No se trata de buscar la aprobación de todos" pero sí de buscar la aprobación de uno mismo y poder mirarse al espejo con cierta dignidad.

Son pequeñas píldoras para conseguir esos chispazos de felicidad. Y puso un ejemplo claro: Leer "No somos muebles de clickea" puede proporcionar momentos de felicidad pero "si llega un amigo para charlar, tomar un vino o un pincho de tortilla", el autor disculpa al que deje el libro de lado; "eso sí, no permito que se abandone la lectura de mi libro para coger el móvil", apostilló.

Precisamente de las nuevas tecnologías, de esos "click" del ratón, viene el juego de palabras del título. "Hay vida más allá de la tecnología", aseguró Chaves convencido pese a ser "un hombre a un ordenador pegado", como le presentó la gerente de la Universidad de Oviedo, Ana Caro, que junto al historiador Félix Lasheras trazaron su semblanza.

Buen humor y algunas pistas para que la vida sea un poco más feliz sin mayores aspiraciones que esos pequeños momentos felices.