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Coaña recuerda a García y Bellido en el castro, un "jardín arqueológico"

Ángel Villa guía una visita por rincones habitualmente prohibidos, como la zona de defensa, que se prevé excavar en 2019

Ángel Villa guía al grupo por el castro de Coaña; en el centro, con gorro, María Paz García-Bellido. A. M. SERRANO

Pocas veces visitar el castro de Coaña fue tan entretenido como ayer. Medio centenar de personas disfrutaron de zonas hoy por hoy sin señalizar y de acceso prohibido habitualmente con el arqueólogo Ángel Villa como guía. El motivo: ilustrar "muy de cerca" el gran trabajo que hizo el historiador de la Antigüedad y arqueólogo clásico Antonio García y Bellido (Ciudad Real, 1903- Madrid, 1972) en esta montaña coañesa -fue el primero en excavarla- donde hace 2.000 años habitaron nuestros antepasados.

El castro de Coaña es un referente, destacó Villa, no sólo por cómo se conservan los restos, también por la metodología de trabajo empleada para conocer su origen. Y si alguien hizo posible que hoy el yacimiento luzca como lo hace esa persona fue Antonio García y Bellido. España dedica una vez al año unas jornadas a este gran estudioso. El encuentro, organizado por la Universidad de Oviedo y el Real Instituto de Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), entre otras instituciones, resaltó en esta 35.ª edición la vinculación de este hombre con Asturias.

Lo más sugerente de este asentamiento castreño del occidente asturiano es que es un "emblema" de la historia de la Humanidad y también de los cambios en la forma de investigar. Gracias al yacimiento coañés se puede intuir cómo el ser humano fue perfeccionando el conocimiento y las fórmulas para entender la historia. "Es un jardín arqueológico único y si no estuviera excavado, no podríamos contar lo que pasó aquí como hoy la contamos", detalló Villa. El asentamiento data de la Edad del Hierro, pero antaño se creía que era de origen romano.

Ésta es una de las grandes anécdotas de este yacimiento que por su extensión, conservación y número de construcciones excavadas (80) es el más importante del Occidente. "Cada yacimiento es único y en ese sentido no hay comparaciones, pero el de Coaña es especial gracias a su 'monumentalidad': los restos son 'entendibles' para alguien que no haya estudiado esta disciplina". El reto ahora es preservar bien lo que hay, según los especialistas, y apostar por un proyecto que permita observar de cerca la defensa de la acrópolis, que no está excavada. Precisamente ayer, el grupo de visitantes se saltó la ruta oficial para poder ver otros lugares menos conocidos castro. Uno de ellos fue la citada defensa de la acrópolis. Según Ángel Villa, existe un proyecto para descubrir esta zona defensiva que, si todo va bien, podría ver la luz el próximo año.

En la visita de ayer participó la hija de García-Bellido, la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas María Paz García-Belllido, que recordó el esfuerzo de éste por excavar y estudiar todo lo posible este castro: "Recuerdo que venían todos los días en un carro tirado por burros". El vínculo de esta familia con Asturias está hoy en su casa de Figueras, donde veranean todos los años.

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