La soprano rusa Olga Peretyatko-Mariotti, considerada una de las mejores cantantes de ópera actuales y la mejor intérprete de Rossini, actuará el próximo sábado, 24 de febrero en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, en una gala lírica dirigida por Tung Chieh Chuang, con la orquesta Oviedo Filarmonía y el barítono Thomas Hampson. Peretyatko, que ganó el concurso Operalia que dirige Plácido Domingo, asegura que está deseando encontrarse con el público ovetense y conocer la ciudad. En esta entrevista telefónica con LA NUEVA ESPAÑA Peretyatko, que en algún momento de la conversación tararea una melodía, se declara rendida admiradora del flamenco y adelanta que se ve en el papel de "Carmen", aunque aún no se siente preparada.
- El programa del concierto de Oviedo parece pensando para encandilar al público?
-Verdi estará muy presente, y compositores modernos como Bernstein o Cole Porter, entre otros. Habrá dúos conocidos como "La Madamigella Valery" de "La Traviata" (el dúo de Giorgio Germont y Violeta); el de Gilda y Rigoletto, o el bolero de Hélène. Creo que todo el programa está lleno de músicas muy bellas que van a llegar al público ovetense, ante el que estoy deseando actuar. También tengo gran curiosidad por conocer la ciudad.
- Está considerada una de las mejores sopranos del mundo. ¿Es difícil soportar la presión que todo eso conlleva?
-No pienso en eso. Ésta es mi vida; lo asumo todo con naturalidad. Yo soy cantante de ópera 24 horas del día. Cantar es mi vida, nunca separo mi trabajo del resto de facetas. Así que digamos que todo va unido y lo asumo. Vivo en Suiza, aunque ahora paso tres días de la semana en Milán, donde mi marido dirige en La Scala. Tengo allí mi piano para ensayar y la verdad es que viajo mucho. Trato de estar cómoda en los hoteles. Hay dos cosas que me hacen sentir como en casa: un café expreso y mi almohada. No trato de ser la mejor, siempre trato de dar al público lo mejor y divertirme con lo que hago.
- ¿Se siente sola entre tantos viajes y hoteles?
-Es muy importante saber sentirte bien cuando estás sola. También es verdad que tengo la suerte de conocer muchos lugares. El noventa por ciento de las ocasiones todo es maravilloso.
- Puede cantar cualquier cosa con su registro de voz. ¿Por qué Rossini es tan importante para usted?
-Con él empecé en el Festival Rossini de Pésaro, dedicado íntegramente a las óperas del compositor, nacido en la ciudad. Alberto Zedda, su primer director artístico, fue clave para impulsar mi carrera. En 2006 me ofreció dos roles, con sólo tres días de diferencia, del "Il viaggio a Reims". Soy la cantante que soy gracias a Rossini. Además en Pésaro conocí a mi marido, el director de orquesta Michelle Mariotti, que me dirigió en Matilde di Shabran y que precisamente nació en Urbino, al lado de esta localidad.
- Usted nació en San Petersburgo, una ciudad ligada a la música y a la cultura. ¿Eso marca de algún modo?
-Me siento muy vinculada a mi ciudad, aunque esté viajando constantemente. De pequeña empecé allí cantando en un coro infantil. Es algo que va siempre dentro de mí, como mi familia. Cuando vuelvo siento que regreso a casa, claro.
- ¿Conoce la tradición musical española plasmada en compositores como Albéniz o Falla?
-Por supuesto. Le diría más, adoro el flamenco. Hace poco estuve en Sevilla y fui a un tablao. Me fascinan esos sones y la fuerza de esa música.
- ¿Se plantea hacer "Carmen"?
-Por supuesto, más tarde quizá. Tengo una maravillosa "Carmen" en mi cabeza, pero luego la voz suena diferente. Pienso que aún no es el momento. Tardé seis años en aceptar el papel de Violeta porque no me sentía preparada. Quién sabe. Nunca digas nunca jamás.
- Una buena actitud en la vida. ¿Usted la practica?
-(Risas). Desde luego.
- Pronto actuará en Nueva York. ¿Cantaría ante Donald Trump?
-Pues no sé si es aficionado a la ópera? Tal vez. Ya le digo? nunca se sabe.
