Nuevos datos muestran que los eventos climáticos extremos se han vuelto más frecuentes en los últimos 36 años, con un repunte significativo de inundaciones y otros eventos hidrológicos en comparación con hace cinco años, según el informe 'Eventos climáticos extremos en Europa: preparación para la adaptación al cambio climático: una actualización sobre el estudio 2013 de EASAC', del Consejo Asesor Científico de Academias Europeas, un organismo formado por 27 academias nacionales de ciencias de la Unión Europea, Noruega y Suiza.

A nivel mundial, según los nuevos datos, el número de inundaciones y otros eventos hidrológicos se han cuadruplicado desde 1980 y se han duplicado desde 2004, destacando la urgencia de la adaptación al cambio climático. Los eventos climatológicos, como temperaturas extremas, sequías e incendios forestales, se han más que duplicado desde 1980. Los eventos meteorológicos, como las tormentas, se han duplicado desde 1980.

Estos eventos climáticos extremos conllevan costos económicos sustanciales. En los datos actualizados, las pérdidas por tormentas en Norteamérica se han duplicado: de menos de 10.000 millones de dólares en 1980 a casi 20.000 millones en 2015. En una nota más positiva, las pérdidas por inundaciones en Europa presentan una tendencia casi estática (a pesar de su mayor frecuencia), lo que indica que las medidas de protección que se han implementado pueden haber detenido las pérdidas por inundación.

"Nuestro informe de 2013 de Eventos Meteorológicos Extremos, que se basó en los hallazgos de la Academia Noruega de Ciencias y Letras y el Instituto Meteorológico de Noruega, ha sido actualizado y los últimos datos respaldan nuestras conclusiones originales: ha habido y sigue habiendo un aumento significativo en la frecuencia de eventos climáticos extremos, lo que hace que la protección frente al clima sea aún más urgente", afirma el profesor Michael Norton, director del Programa Ambiental de EASAC.

Dado el aumento en la frecuencia de eventos climáticos extremos, EASAC exige una mayor atención a la adaptación al cambio climático en toda la Unión Europea: los líderes y los legisladores deben mejorar la adaptabilidad de las infraestructuras y los sistemas sociales de Europa a un clima cambiante.

Según el investigador, "la adaptación y la mitigación deben seguir siendo las piedras angulares de la lucha contra el cambio climático. Esta actualización es más oportuna, ya que la Comisión Europea debe lanzar su evaluación de su estrategia climática este año".

La actualización también revisa las pruebas sobre los factores clave de los eventos extremos. Un punto importante de debate sigue siendo si la Corriente del Golfo, o la Circulación Meridional de Derivación Meridional (AMOC, por sus siglas en inglés), simplemente disminuirá o podría "apagarse" por completo con implicaciones sustanciales para el clima del noroeste de Europa.

La vigilancia reciente sugiere un debilitamiento significativo, pero continúa el debate sobre si la corriente del golfo puede "apagarse" como resultado de los mayores flujos de agua dulce procedentes de la precipitación en latitudes septentrionales y el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia.

EASAC señala la importancia de continuar utilizando datos emergentes de monitorización oceanográfica para proporcionar un pronóstico más fiable de los impactos del calentamiento global en el AMOC. La actualización también señala la evidencia reciente que sugiere una asociación entre la rápida tasa de calentamiento del Ártico y los eventos de frío extremo más al sur (incluso en Europa y el este de Estados Unidos) debido a una corriente en chorro debilitada y serpenteante.