"El cuerpo manda. Obliga, es un tirano...". Estas palabras, con las que se inicia la novela ganadora del Premio Gran Angular 2018, son la clave de una obra que se sumerge de lleno en ese terreno resbaladizo, hiperhormonado, de ansias rebeldes y de cambios constantes y cortantes llamado adolescencia. Con "Biografía de un cuerpo", ilustrado por David de las Heras, la escritora asturiana Mónica Rodríguez indaga en esa edad, tan dramática casi siempre, que nos marca de por vida, y lo hace a través del personaje de Marcos, un chico que estudia danza desde pequeño, continuamente agobiado por un alto nivel de autoexigencia que le impide estar satisfecho y que siente cada vez con más fuerza cómo sus actos se van desligando de sus anhelos. Es por ello que Marcos, harto de vivir sin brújula y de no ser Nijinski (considerado por muchos el mejor bailarín de la historia), decide parar la maquinaria perfectamente engrasada por la disciplina, abrirse a otros mundos como la poesía o la escritura y pararse a hablar con todos, pero sobre todo con la única persona que tendrá que tomar una decisión sobre su vida: él mismo.

Otra que, a pesar de su corta edad, decide tomar sus propias decisiones es Trog, la protagonista de "La niña invisible", la pequeña miembro de una tribu de las cavernas conocida como Los Invisibles, que no entiende por qué el género tiene que condicionar el resto de su vida. No comprende por qué ella no puede realizar el "Viaje iniciático" que todos los niños varones hacen cada año al terminar la estación de las nieves, una prueba de supervivencia de la que tienen que regresar con una pieza de caza si no quieren ser expulsados de la comunidad. Ni lo comprende ni lo acepta, así que decide emprender la marcha hacia un sinfín de aventuras en las que estará acompañada por un cachorro de lobo. Su viaje será el inicio de un cambio para todos los habitantes de la tribu, que se replantearán los roles de género, uno de los objetivos del escritor David Peña Toribio, conocido artísticamente como "Puño", quien ha logrado llevarse el Premio El Barco de Vapor de este año con este canto a la igualdad, ilustrado por Marta Altés, que calará en los más pequeños de la casa.