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Fondo Norte

Créditos tengas y los pagues

El Sporting va camino de los veinte millones desde el verano para cumplir con Hacienda

Créditos tengas y los pagues, se podría decir del Sporting parafraseando el refrán gitano de pleitos tengas y los ganes. El Sporting sigue metido, por lo que se lee en estas páginas, en apuros financieros y va a cerrar el año con veinte millones en créditos, que ya son millones y ya son créditos. Casi tanto en créditos como en el cacareado contrato televisivo cuyo montante varía sensiblemente según sea la fuente.

Las cuentas de los clubes de fútbol siempre fueron unos misterios. Clubes que presentaban beneficios año tras año estallaron en sonoras ruinas. Y no hace falta dar nombres. Los clubes, ahora sociedades anónimas deportivas, esconden la realidad de sus finanzas, estén en la gloria, ninguno, o en la ruina, o cerca, todos. El Sporting no iba a ser la excepción. Ahora tiene menos de veinte días para cerrar la operación que le permita abonar la parte de la deuda con Hacienda y "las tensiones de tesorería" que vive. Los bancos ponen sus duras condiciones porque sólo se fían del contrato televisivo y del fondo de garantía de descenso. O sea, de los dineros que vienen de fuera.

Lo importante ahora, damas y caballeros, señoras y señores diputados, es cumplir los plazos con Hacienda y con los acreedores más directos, pongamos que los futbolistas, con la esperanza de que en un breve plazo de tiempo la Liga levante el veto a los refuerzos que tanto se echan de menos en semanas como éstas en las que faltan puntales como Sergio Álvarez o pueden faltar, como Tonny Sanabria. El Sporting, pues, sigue con apuros económicos pese al gran contrato televisivo que, como diría José María García, se nos contó y se nos cantó. Los misterios de la caja son insondables. Y lo seguirán siendo por los siglos de los siglos.

La confirmación de los apuros económicos rojiblancos vuelve a poner sobre el tapete la importancia que tiene para la entidad la permanencia, que está en las manos, los pies y las cabezas de Abelardo y su chavalería. No es lo más adecuado que el club descanse en los hombros del entrenador y de los jugadores. El club ha de ser un ente que funcione en plenitud por encima de resultados deportivos, siempre aleatorios. El Sporting de hoy es una obra de Abelardo y los suyos.

La plantilla está a punto de subir al avión para llegar a Sevilla, jugar contra el equipo de Emery y regresar para preparar la hazaña copera ante el de Pepe Mel, el martes, ya saben, por la noche. El Sevilla espera con la satisfacción de haberse metido en la Liga Europa tras ganar a una Juventus que tuvo en Morata a un delantero desafortunado. A ver cómo maneja Emery los cansancios y las ganas de sus jugadores, que no parecen llegar al nivel de sus colegas de temporadas pasadas, pero que en cualquier momento pueden explotar. Que no sea ante este Sporting, pendiente ahora del goleador Tonny Sanabria, que entre hoy y mañana se probará y será probado para ver si puede jugar en la noche de mañana en el Sánchez Pizjuán.

Siempre, pero en las vísperas navideñas más, las buenas costumbres han de mantenerse; si pregunto, ¿molesto?: ¿cantó o no cantó la gallina? La gallina cantó y sus méritos no tardaron en ser reconocidos. La gallina cualquier día de éstos va a ir a cantar a Sama. De Langreo.

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