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Fondo Norte

La pesadilla de la visita del Villarreal

Aparecen las primeras versiones que culpan a aquel partido de la caída en desgracia de Marcelino

Ya tardaban en salir el tema, el asunto y la cuestión; ya tardaban, pero salieron. La salida del gran Marcelino del Villarreal no tuvo nada que ver con esta o aquella discrepancia, sino que estaba escrita desde el último partido de la pasada Liga, partido que jugó el Villarreal en el Anfield del Piles sin nada en la pelea, con la plaza para la Liga de Campeones alcanzada y con un rival que sí necesitaba la victoria para lograr la imprescindible permanencia. Una frase de Marcelino en la que reconocía su simpatía por el equipo, el Sporting, de su pueblo, Gijón, ha sido la causa de la polémica salida de El Madrigal. Los hay que no pueden esconder de dónde les vienen los vientos, y en este caso menos que en ningún otro. El Sporting es culpable, delenda est Carthago. Y que siga la comedia, damas y caballeros, señoras y señores diputados.

Todo lo anterior, al día siguiente de la llegada a Gijón de Xavi Torres, el mediocampista del Betis llamado a cerrar los huecos existentes en la zona ancha rojiblanca. El pivote alto que reclamaba el gran timonel ya está aquí porque el recién llegado supera el metro ochenta de estatura, medida que suele ser considerada como la que marca poderío físico. Xavi Torres tiene una larga trayectoria profesional en la que aparecen equipos como Barcelona, Málaga, Getafe, Betis y otros. Ahora llega al Sporting para asentarse y dejar en mal lugar a quienes dicen que el director deportivo rojiblanco sólo ficha reservas.

El Miguel Gila de sus mejores días editó un disco en el que mantenía aquellos monólogos telefónicos descacharrantes. En uno de ellos hablaba de una tía suya soltera y sorda de quien decía: "Cuando nació le dijeron al padre: Ha tenido usted una soltera. Cómo la vería el tío..." Esa frase quizá hoy no pasaría la censura interna de los estudios discográficos por aquello de lo políticamente correcto. A Nico Rodríguez, el director deportivo del Sporting, no se le puede decir eso de que "ha tenido usted un reserva" porque no pasa de ser una maldad de tanto malvado como pulula alrededor del Sporting, un equipo que tiene mucha tela que cortar a lo largo de la temporada.

Tanta tela que ayer, que fue martes, aunque esto sigue sin ser Bélgica, la plantilla del gran timonel descansó para a partir de hoy cargar de forma definitiva las pilas con vistas al partido del domingo que viene, nada menos que ante el Athletic Bilbao. Ante un partido oficial de ese nivel es obligado preguntarse si el empate sería un buen resultado. Un empate en el Anfield del Piles, no en el Nuevo San Mamés. El domingo ya se juegan puntos, ya no hay disculpas de amistosos y de pruebas. Al Sporting, según afirman los más finos analistas del lugar, le queda por incorporar a un delantero que refuerce una zona clave del equipo. Pero el domingo llega un rival que no pregunta por los refuerzos pendientes.

Días vitales los que llegan, adecuados para mantener las buenas costumbres; por eso, si pregunto, ¿molesto?: Esuperio, ¿cuánto dinero queda pendiente de abonar a este o aquel deudor o deudora, que habrá?

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