Hace tiempo que nadie discute la importancia capital de Sergio en el Sporting. El centrocampista avilesino encabeza hoy la lista de los insustituibles en el equipo rojiblanco, pero no lo tuvo fácil para llegar hasta aquí. Y eso que se le veía venir. El pasado domingo, ante el Valencia, Sergio disputó su 50.º partido en Primera (suma 123 en el primer equipo en distintas competiciones).
Desde muy pronto fue señalado como el nuevo "Joaquín", una comparación que quizá no le ayudó en nada. Manuel Preciado lo hizo debutar en el primer equipo y en Primera con sólo 18 años en El Sardinero, en el último partido de la temporada 2009-10. Un choque que pareció intrascendente para el Sporting pero que sirvió para que Sergio asomase la cabeza.
Como lo más difícil siempre es mantenerse, tuvo que dar algunos pasos atrás y casi reinventarse. Del reencuentro con Abelardo en el filial salió un Sergio más fuerte, más hecho, capaz de aguantar sin inmutarse las excentricidades de Sandoval quien, curiosamente, fue el primer entrenador al que convenció de que debía ser titular habitual. Aquel partido de Lugo sí que fue importante para el Sporting.
Desde que llegó al primer equipo sólo fue expulsado una vez (por doble amarilla). La temporada pasada, en Granada. El dudoso honor le corresponde a Estrada Fernández.
