Con la vital victoria de ayer en su primera visita a Butarque en la máxima categoría, el campo del Leganés queda confirmado como estadio fetiche para el Sporting. Los rojiblancos han ganado allí en siete de sus ocho comparecencias. La de ayer fue, sin lugar a dudas, la más importante. Para el sportinguismo, el 12 de febrero de 2017 queda señalado como el gran día de la resurrección. Ganó el Sporting a un rival directo y esos tres puntos le hacen resurgir y le permiten engancharse de lleno a la pelea por la permanencia. Los de Rubi quedan a dos puntos del Leganés, fijado ya como el gran objetivo a alcanzar, y tiene a su favor el goal average tras haber sumado los seis puntos en juego ante los pepineros. Con este triunfo el Sporting rompe su horrible racha lejos de El Molinón, donde no ganaba desde la 22.ª jornada de la temporada pasada (0-1 en Mestalla, el 31 de enero de 2016). Es decir, una temporada entera sin ganar fuera. Es la peor racha de los rojiblancos (18 partidos) desde aquel 1998 de triste recuerdo.
Además del resurgir colectivo, ayer se produjo también el renacimiento de dos futbolistas que habían sido denostados. Canella y Burgui lograron dos goles que les reconcilian con el fútbol y les enfrentan a Estrada Fernández. El árbitro retrasó el gol del extremeño con un inexistente fuera de juego que trajo consigo la expulsión de Mariño y dejó en el alambre la portería rojiblanca ante cualquier incidencia. La mala actuación del trencilla, el mismo que provocó la ira de Abelardo en Granada la temporada pasada, se hizo extensiva a la redacción del acta, donde atribuyó a Moi Gómez el gol marcado por el capitán Canella.
Un caso curioso el del lateral de Pola de Laviana, que ha vivido momentos más que complicados en los últimos años y que ha marcado un gol crucial. Canella estaba tan cuestionado que hasta se fichó por sorpresa otro lateral izquierdo en el mercado de invierno. Elderson permanece inédito. Canella es el hombre de los golazos, tan importante como hermosos. Canella llevaba tres años sin ver puerta, desde que lo hiciera en la victoria rojiblanca en Mallorca también un mes de febrero. En total, ha marcado siete tantos (3 en Primera) en sus 246 partidos oficiales con el Sporting.
Otro de los protagonistas del día fue Adama Traoré, nuevo ídolo rojiblanco aclamado por la hinchada al pie del autocar. Traoré jugó su primer partido como titular y, sin hacer nada extraordinario, fue una pesadilla continua para la defensa local. Su pelea más dura fue, cómo no, con Estrada Fernández, que lo masacró a faltas en contra y fueras de juego.
El Sporting encara ahora dos duros compromisos (Atlético y Celta) en los que se pondrá a prueba la consistencia de El Molinón. La victoria de ayer tiene que insuflar la confianza que reclamaba Rubi. Y hasta la fe perdida.
