Málaga, E. P.

Se encontraban durmiendo cuando el fuego les sorprendió. Un hombre de 58 años, su mujer y su hijo, de 28 años edad, perdieron la vida ayer a causa de un pavoroso incendio registrado en su vivienda de Vélez-Málaga. Además, otros dos miembros de la familia tuvieron que ser trasladados al hospital, para ser atendidos de un cuadro de intoxicación por inhalación de humo. Las primeras investigaciones indican que un problema eléctrico podría estar detrás del trágico suceso, que obligó a desalojar a otras 16 familias del inmueble.

El alcalde de la localidad, Francisco Delgado Bonilla, que accedió a la vivienda junto a efectivos de Bomberos, explicó que el hecho de que el salón, lugar donde se originó el fuego, estuviera lleno de ropa podría haber contribuido a la expansión de las llamas por el resto del inmueble. El regidor de Vélez-Málaga añadió que el Ayuntamiento va a hablar con la familia para saber si dispone de otro lugar donde alojarse y de no ser así pondrá a su disposición un hotel en el que habitar mientras se llevan a cabo los trámites con la Junta de Andalucía para proceder a la rehabilitación del piso siniestrado.

Por su parte, los vecinos de los fallecidos, que se agolparon junto al edificio, criticaron que los Bomberos «tardaron en actuar». Uno de los vecinos aseguró a los periodistas que en su actuación los Bomberos perdieron «un tiempo precioso» que podría haber salvado la vida de alguno de los fallecidos. Asimismo, indicó que algunos residentes del edificio trataron de derribar la puerta antes de la llegada de los equipos de emergencia, pero que no les fue posible al tratarse de una puerta blindada.

Las críticas de los vecinos fueron rechazadas de plano por el Consorcio Provincial de Bomberos, cuyo portavoz defendió por la tarde la labor de los efectivos desplazados a la zona y dejó claro que en esta actuación se siguieron todos los protocolos establecidos para situaciones de este tipo.

De este modo, fuentes del Consorcio precisaron que al llegar a la vivienda los Bomberos comprobaron con una cámara térmica la presencia de tres cuerpos que no se movían y dos que sí, aunque éstos se encontraban en una habitación cerrada a la que no había llegado el fuego y que, además, tenía acceso al balcón, por lo que el humo podía salir al exterior.

Por ello, los Bomberos decidieron que lo más adecuado era tratar de entrar a la casa a través del rellano y de la puerta de acceso a la vivienda, con el fin de llegar en primer lugar a los cuerpos inmóviles para ver si aún se podía hacer algo por ellos, y luego socorrer a las personas que sí se movían.

Al acceder a la vivienda, los Bomberos encontraron en un dormitorio a una mujer de 21 años y a su hijo de 2, que estaban afectados por inhalación de humo, y fueron trasladados a un balcón y rescatados con un vehículo autoescala. A continuación, hallaron los tres cadáveres, dos de ellos en los otros dos dormitorios de la vivienda y otro en el pasillo.