Una conocida discoteca del barrio de Pumarín de Oviedo estaba el pasado domingo llena de parejas de cierta edad que celebraban el día de San Valentín, patrón de los enamorados, entre arrumacos y declaraciones de amor. A eso de las diez y veinte de la noche, sin embargo, alguien se empeñó en aguarles la fiesta. Un mierense, E. M. G. Á., de 53 años, irrumpió en la pista y se dirigió a una pareja que estaba bailando. Se trataba de su exnovia, una vecina de Oviedo, y la actual pareja de ésta, un sierense. "No soy celoso", aseguró el hombre -según el escrito del fiscal-, para a continuación ponerse a increpar al acompañante de su expareja. Al final, la sangre sí llegó al río y el mierense propinó un cabezazo y dos patadas al novio -una de ellas en los testículos-, y a la mujer, un puñetazo en el costado izquierdo.

Los guardas de seguridad de la discoteca terminaron reteniendo al mierense, mientras llegaba la Policía Local. Acabó con sus huesos en los calabozos de la Comisaría de Oviedo, de los que no salió hasta el martes, para prestar declaración ante el Juzgado de Violencia. Su exnovia, aparte de la contusión en el costado, sufrió una ataque de ansiedad, y la pareja actual de la mujer, contusiones en la zona frontal y los testículos, así como erosiones en el pecho y la zona malar. El agresor también le rompió la camisa.

La agresión ha terminado destapando una situación de acoso en toda regla. El ministerio público recoge en su escrito de acusación -el juicio tendrá lugar el próximo día 25, en el Juzgado de lo Penal número 4 de Oviedo- que, "desde noviembre de 2015, coincidiendo con que la mujer comenzase una relación sentimental con su actual pareja, el acusado ha acudido en diversas ocasiones a las proximidades del domicilio de ella, controlando sus movimientos, o bien cuando se encuentran, se dirige a ella diciéndole: 'Zorra, te has tirado a media discoteca, puta, faltosa', y otros improperios semejantes". Pero la situación puede ser más grave aún. Según indica la magistrada Mónica Casado en el auto que ordena proteger a la víctima, "el denunciado insulta y veja a la perjudicada con expresiones como 'zorra', manteniendo una conducta de hostigamiento hacia aquella y sus distintas parejas". Y es que el hombre llevaría acosando a su exnovia desde que rompieron hace cuatro años, e incluso ha molestado a la hija de la mujer.

El fiscal pide una condena de ocho meses de prisión por las lesiones a la mujer, alejamiento durante un año y ocho meses, 15 días de localización permanente por un delito leve de vejaciones injustas a la víctima, 270 euros de multa por las lesiones al hombre y 90 euros de indemnización a éste. El abogado de la mujer, Javier López, se mostró conforme con esta petición de condena.