La Fiscalía mantiene diez años de cárcel para el diplomático mierense Marcos Vega Gómez, que ha sido juzgado en la Audiencia Nacional por los presuntos delitos continuados de malversación de caudales públicos, prevaricación administrativa y falsificación de documento oficial por irregularidades en la contratación del servicio doméstico en la residencia oficial de la Embajada en 2011.

Durante el juicio, celebrado anteayer lunes, el exembajador aseguró que quien fuera canciller Ismael Medina se encargaba de la "gestión contable, administrativa y de personal" en la legación española y defendió que el proceso de selección de varias empleadas domésticas en el que él intervino fue "limpio y claro". "No tenía ningún interés particular por contratarlas ni ninguna relación con ellas", ha dicho. El mierense, que también fue embajador en Irak y Libia, se enfrenta a 21 años de inhabilitación y 30.000 euros de multa. El acusado responsabilizó a Medina, la persona que le denunció en octubre de 2011, y dijo en la Embajada existía "una cuenta opaca, una cuenta b", que servía para comprar combustible, tabaco y alcohol sin pagar impuestos.