Un turista chino que veraneaba en la isla surcoreana de Jeju asesinó el pasado fin de semana a una mujer en una iglesia porque le recordaba a su exesposa, que lo abandonó. El presunto homicida, de 50 años e identificado por su apellido, Chen, asestó cuatro puñaladas a la víctima, de 61 años, cuando ésta se encontraba rezando en una capilla católica de la ciudad de Jeju.