LNE FRANCISO GARCIA

ANÁLISIS

Francisco García

Ni a comulgar ni a misa

El de Foro y PP en Gijón es un amor de conveniencias: sólo se quieren cuando se necesitan

Foro de Gijón -cada día menos Foro Asturias- está pasando de puntillas por el acuerdo regional de los casquistas con el PP para ir de la mano en una candidatura afín en las elecciones generales. Nadie dice en alto, dentro del equipo de gobierno municipal, esta boca es mía; pero de puertas para dentro se le ponen pegas a una conciliación urdida en las sedes regionales con la que ni se comulga ni se va a misa: las relaciones entre ambos partidos en Gijón suelen ser tirantes, cuando no inexistentes. Permanente desdén. Por otra parte, Foro de Gijón es ya menos casquista que moriyonista. Ya no dicen a todo amén.

Foro denigra del PP en Gijón porque no entra en sus planes, pese a la paradoja de tener que reconocer que Carmen Moriyón fue alzada a los altares de la municipalidad en 2011 gracias al cheque en blanco extendido por los populares; por los cinco concejales de un grupo municipal liderado por Pilar Fernández Pardo, después defenestrada a las bravas por la dirección regional, porque prefirió dar la alcaldía a la cuña de la misma madera -aunque fuera del árbol partido a hachazos por Álvarez-Cascos- que favorecer, con la abstención, un nuevo mandato local de la izquierda, que había gobernado la ciudad durante más de treinta años. O sea, que Moriyón fue alcaldesa en su primer mandato gracias al PP, que le prestó su apoyo; y en el segundo gracias a Xixón Sí Puede, que le negó el mismo apoyo al PSOE. "En cierto modo se trata de una alcaldesa de prestado, a mano izquierda y a mano derecha", relata un histórico del PP.

Las relaciones entre populares y foristas en Gijón se miden por pura aritmética: si suman, pueden entenderse, pero "si son sólo tres, ¿qué quieren?", en palabras de un destacado dirigente casquista. Para Foro, sin embargo, la cercanía del PP siempre resta, pues ni siquiera la suma de los votos de ambos le habría dado a la derecha la mayoría en los comicios locales del pasado mayo. El suyo es un amor de conveniencias: se quieren cuando se necesitan; cuando no se necesitan, ni se miran, como Cherines y Cascos en las fotos del abrazo de Vergara a la asturiana de hace unos días.

Quiere esto decir, que lo bien avenidos de ambos partidos en Oviedo para los comicios del 20-D no tiene cabida en Gijón, donde a los prebostes locales de Foro se les pondrá un nudo de soga en la garganta si se ven obligados a hablar bien de Rajoy en un mitin electoral o a hacer la ola a sus candidatos en la misma fila que la bancada popular.

Suerte para Moriyón que la ministra Pastor llegará a Gijón el pasado martes con un proyecto de estación intermodal bajo el brazo al gusto de la alcaldesa. En caso contrario, la mandataria local se habría visto en el trago de tener que sacudir a un miembro del Gobierno de España al que en las próximas semanas defenderán a capa y espada los candidatos foristas coaligados con el PP en la lista única.

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