A la vista del reportaje de dos páginas titulado "Santiago se perdería por Asturias", publicado el 31 de julio en su periódico, no tengo más remedio que darles la razón; entre otras cosas porque el propio artículo ayudaría a la causa. Es verdad que Caminos de Santiago en Asturias hay muchos y que los que están incorporados a la Lista del Patrimonio Mundial no son todos; por ejemplo, por falta de acuerdo político no se incluyó el tramo Oviedo-León, que es sin duda uno de los más significativos.

Sin embargo, el mapa y datos que ustedes aportan ni siquiera siguen la trayectoria de los que el propio Principado propuso a la Lista. Así, se incorpora un tramo entre Oviedo y Avilés que no fue reconocido por la Unesco, pero lo que es más grave es que se deja al margen el tramo entre, aproximadamente, la parroquia de Amandi y Avilés a través de Gijón, que sí está incluido en la Lista del Patrimonio Mundial.

La nomenclatura de la Unesco tampoco es intachable, ya que, en el texto del expediente de la declaración se dice que el Camino Primitivo nace en Oviedo y, sin embargo, en la cartografía se le da comienzo en la citada parroquia de Amandi.

Les animo a que, en la medida de lo posible, al incorporar artículos que pretenden esclarecer la realidad asturiana de los Caminos del Norte, al menos, no se obvie una parte importante, que además atraviesa la mayor ciudad asturiana.