Ésta es la historia de Hugo, un chico de 17 años que vive en Gijón, con una vida escolar plagada de sufrimiento, dejadeces, falta de apoyos y abandono por parte de la Consejería de Educación, pero que con su esfuerzo, su capacidad y la lucha continua de su madre consiguió ir alcanzado objetivos, curso tras curso. Es la historia de un chico con dislexia, con disgrafía, con AACC... Uno de esos alumnos con NEAE a los que la Consejería de Educación de Asturias acostumbra a negar apoyos, recursos, atención... abandonándolos a su suerte sin ningún tipo de escrúpulos y con una manifiesta falta de responsabilidad. Es la historia de un alumno que a día de hoy sigue en casa, sin escolarizar (pero con ganas de estudiar y normalizar su vida), porque la Consejería de Educación de Asturias ha cometido una grave negligencia, discriminándolo por su dislexia, incumpliendo obscenamente la Ley Orgánica de Educación, y aun reconociendo la misma con la boca pequeña, no asume la responsabilidad de subsanarla.

Ésta es la historia de Hugo, pero bien podría ser la de muchos niños que quieren estudiar y la propia Administración pública les pone trabas porque no se ajustan a "la normalidad establecida" por ella. La historia que se repite una y otra vez, cada día, en cada centro escolar, en cada familia, con el consiguiente sufrimiento y la rabia y la impotencia, que nunca se terminan de aceptar, porque es difícil de entender y de asumir que quienes cobran un sueldo público, trabajando en un ámbito tan sensible e importante como es el de la Educación, se muestren tan irresponsables, tan insensibles y tan faltos de todo sentido común.

Ésta es la historia de Hugo, pero también la de su madre, que como las madres y padres (ellos la entenderán mejor que nadie) de esos otros niños lleva años de lucha, con el consecuente desgaste físico y emocional, contra un sistema educativo férreo, generoso e ideal en la teoría pero infame y dictador en la práctica, que no entiende de sufrimientos, de emociones, de necesidades específicas, de acompañamiento educativo; contra una Consejería de Educación que muestra gesto preocupado y actitud hipócrita al hablar de fracaso escolar, de "ninis"... sin asumir que ella misma abandona a su suerte a todos aquellos alumnos que no se ajustan a la norma que establece, abandonándolos a su suerte.

Ésta es la historia de Hugo y, en consecuencia, la mía, su madre, quien no dará tregua ni descanso a quienes han sido y son responsables del sufrimiento y el abandono escolar de mi hijo: aquellos que forman parte de la Consejería de Educación de Asturias.

Necesito ayuda. La suya, la tuya, la vuestra, la de todos... Hoy es Hugo, pero hay miles de alumnos de todas las edades abandonados a su suerte en el ámbito escolar, sin los recursos, los apoyos educativos que precisan para alcanzar el éxito académico, sin PT (Pedagogía Terapéutica), sin AL (Audición y Lenguaje), sin que se tengan en cuenta y se apliquen las adaptaciones metodológicas necesarias para que el aprendizaje no se convierta en una tortura diaria y acabe en fracaso escolar, en depresión, en baja autoestima, en falta de seguridad en sí mismos, en abandono... Ya está bien de que las administraciones públicas se crean impunes, que hagan caso omiso de las leyes, como si éstas no hubiesen sido hechas para ellas. En el caso de mi hijo (tengo documentación que así lo prueba) se han vulnerado obscenamente los artículos 14, 87.2 y 87.3 de la LOMCE, con una resolución de fecha 19 de febrero de 2014, obscenamente discriminatoria para gran parte del alumnado con NEAE, que además fue objeto el pasado año de una demanda judicial con una sentencia aclaratoria. Y así vamos, callando y mostrándonos sumisos antes las injusticias, las ilegalidades, aunque haya menores de por medio.