En la sanidad pública, el día 2 de junio se me pidió una interconsulta para el especialista: me dieron fecha en el HUCA para el 23 de marzo próximo, total 294 días de demora (9,8 meses). El 30 del pasado septiembre también se me pidió otra interconsulta para otorrinolaringología en la Lila, la fecha es para el 27 de febrero, total 150 días de demora (5 meses). Con fecha 8 de noviembre pedí en la Lila consulta para oftalmología, se me dio para el 1 de septiembre próximo, total 303 días de demora (10,1 meses). Esto es una vergüenza.

Si queremos tener una respuesta rápida de un especialista, tenemos que ir a la sanidad privada, pagando claro, con la consiguiente mengua de nuestra economía.

Como creo que no seré yo sólo -cualquiera que pida consulta con un especialista en la sanidad pública le pasará igual o peor-, deseo comunicar que estas tardanzas son enormes, no se deberían permitir. Los que afirman que tenemos una sanidad buena o no saben la realidad o mienten. Deberían tomarse medidas para que estos plazos no sean tan disparatados y seamos atendidos con prontitud.